Historia

Justicia para las brujas: Escocia considera el perdón para los acusados

El grupo ‘Brujas de Escocia’, lanzó una campaña pidiendo al Parlamento escocés que perdonara y conmemorara a los acusados.

Representación fantasiosa de los juicios de brujas de Salem
Representación fantasiosa de los juicios de brujas de SalemBaker, Joseph EWikimedia Commons

Casi 4,000 personas fueron acusadas de brujería en Escocia entre los siglos XVI y XVIII. Las cacerías de brujas se extendieron por gran parte de Europa, ya que el miedo al diablo, los disturbios sociales y la histeria masiva contribuyeron al frenesí de acusaciones y juicios, que a menudo surgieron de disputas locales y generalmente se dirigieron a mujeres solteras o viudas. En reconocimiento de los juicios injustos, el grupo ‘Brujas de Escocia’ lanzó una campaña pidiendo al parlamento escocés que indulte y recuerde a las acusadas en el Día Internacional de la Mujer en 2020.

La primera ministra Nicola Sturgeon, líder del Partido Nacional Escocés, expresó su apoyo al proyecto de ley en a fines de diciembre de 2021, lo que indica que el gobierno del país puede emitir una disculpa formal en los próximos meses. Además de solicitar el indulto, el proyecto de ley del grupo prevé la creación de un monumento nacional dedicado a las personas acusadas, torturadas y ejecutadas por el delito de brujería.

Según James Hookway, escritor para el Wall Street Journal, Escocia fue un semillero de supuesta la brujería durante la era moderna temprana. Un informe de la Universidad de Edimburgo de 2003 encontró que al menos 3,837 personas fueron acusadas de brujería en el país entre 1563 y 1735, los años en los que se aprobó y derogó la Ley Escocesa de Brujería, respectivamente. Alrededor del 84 por ciento de los acusados eran mujeres y más de la mitad tenían más de 40 años. Claire Mitchell, que dirige las ‘Brujas de Escocia’ señala que Escocia “ejecutó cinco veces más personas que en cualquier otro lugar de Europa, la gran mayoría de ellas mujeres”.

En general, los investigadores estiman que dos tercios de las personas acusadas de brujería en Escocia fueron ejecutados por sus supuestos delitos. La mayoría de los condenados fueron estrangulados antes de ser quemados en la hoguera; algunas víctimas fueron ahorcadas, decapitadas o quemadas vivas. Pero los académicos advierten que esta cifra sigue siendo en gran parte incierta debido a los límites del archivo. Solo una pequeña parte de los documentos del juicio por brujería del período registran tanto las acusaciones como la sentencia final.