MotoGP

Bagnaia manda y Marc Márquez sufre

La pretemporada de MotoGP confirma el dominio de Ducati y los problemas de Honda para ser competitiva. El 25 de marzo arranca el curso 2023 en Portimao

Marc Márquez, en una de las tandas del test de Portimao
Marc Márquez, en una de las tandas del test de PortimaoRepsolmediaRepsolmedia

No ha habido sorpresas en la pretemporada 2023 de MotoGP, una buenísima noticia para Bagnaia y Ducati y algo peor para Marc Márquez y Honda. Se podría decir que los test de invierno han confirmado la tendencia del final del curso pasado, cuando Pecco firmó una enorme remontada para superar a Quartararo casi en la orilla y proclamarse campeón del mundo subido a una moto que está por encima del resto. El italiano, finalizados los entrenamientos y a menos de dos semanas de que todo arranque en Portimao (25-26 de marzo), es el gran favorito para repetir corona, con todas las precauciones con las que hay que pronunciar una frase así teniendo 21 carreras por delante.

Evidentemente pueden pasar muchas cosas, pero si hubiera que apostar, el nombre que dirían todos los apostantes sería el de Bagnaia, que en Portimao, mismo escenario donde se disputa el primer GP de 2023, arrasó dejando además el recado de una vuelta rápida con la que batió la mejor de siempre en el circuito de Algarve (1:38.771). Y lo peor para sus rivales es que también en ritmo es muy sólido, porque ese tiempo lo hizo en una simulación de las carreras Sprint que se van a disputar todos los sábados en este 2023. Si el año pasado el italiano tuvo que esperar unos Grandes Premios antes de afinar su Ducati oficial, ahora parece que no va a necesitar mucho para ganar carreras.

La marca italiana es la gran dominadora técnicamente y para demostrarlo sólo hay que mirar los resultados de los test del pasado fin de semana. Siete de los ocho más rápidos eran pilotos Ducati, sólo con la excepción de Quartararo, que se sacó de la manga un muy buen día para prolongar también por su parte lo del curso pasado. Es decir, el francés haciendo magia con la Yamaha para estar arriba y discutir un poco el dominio ducatista.

Álex Márquez es el mejor ejemplo de lo que supone ahora mismo llevar o no una Ducati. Sufrió los últimos años en Honda y ahora sonríe y nadie descarta que pueda estar de manera recurrente en el podio. En el otro lado del optimismo están los pilotos Honda, de los que ninguno pudo entrar en el top 10 en Portimao. Márquez encontró algunas buenas sensaciones el domingo por la tarde, pero está claro que los ingenieros no han dado en la fábrica esos dos pasos adelante que reclamaba él en el final de la temporada pasada. Marc ha hecho su trabajo con la operación en el húmero que le ha devuelto la plenitud física, pero la Honda sigue siendo una moto a la que le falta para competir con las mejores. «No sirve de nada hacerse mala sangre ahora», reclamaba Marc justo al cerrar la pretemporada, pero es cierto que él mismo aseguraba que lo del último día iba a ser un buen termómetro para medir lo que sería el arranque del curso. Por su puesto que Márquez puede hacer alguna que otra heroicidad, pero necesita más de su moto para estar delante sin tener que arriesgar demasiado.

De momento, la cosa en MotoGP pinta rojo Ducati con Quartararo y las Aprilia dando respuesta y Honda tratando de encontrarse, por fin, a sí misma.