Impuestos

El hachazo de 2023: de la hucha de las pensiones al plástico

La presión fiscal total roza el 60%, 15 puntos más que Alemania, con los impuestos extraordinarios para sufragar el presupuesto más caro de la historia

Imagen de una oficina de la Agencia Tributaria en Valencia
Imagen de una oficina de la Agencia Tributaria en ValenciaGVAGVA

España lidera el aumento de la presión fiscal entre las mayores economías del mundo, según la OCDE. Y Pedro Sánchez no va a aflojar en su empeño recaudador. El peso impositivo sobre las rentas ya creció en 1,7 puntos porcentuales en 2021, hasta representar el 38,4%, medido como la relación entre los ingresos fiscales y el Producto Interior Bruto (PIB). En 2020, la presión fiscal ya había crecido en 1,9 puntos porcentuales, hasta el 36,6% respecto al 34,7% que representaba en 2019. En 2010, este indicador estaba en apenas el 31,3%, con lo que se ha incrementado en más de siete puntos porcentuales, el tercer mayor aumento entre el club OCDE.

El frenazo económico que se espera, que supondrá en el mejor de los casos esquivar la recesión con un incremento del PIB del 1%, unido al agotamiento del ahorro embalsado durante los confinamientos decretados por el Gobierno de Sánchez, a causa de una inflación desbocada que proseguirá este año, y al encarecimiento de los créditos y las hipotecas por el cambio de ciclo monetario del BCE, van a complicar más aún las cosas para los bolsillos de todos los ciudadanos por muchos cheques, bonos y ayudas que se repartan en periodo electoral. El nuevo año seguirá aumentando la asfixia fiscal de los españoles con un aluvión de impuestos directos e indirectos para afrontar los fastos electorales del presupuesto con mayor gasto de la historiahasta disparar la presión marginal en el 60%, 15 puntos por encima de la de Alemania, según el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Impuesto a las cotizaciones

Desde el arranque del año opera el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) de las pensiones, que incide sobre los ingresos y no sobre los gastos como el Factor de Sostenibilidad al que sustituye. Se trata, por tanto, de un nuevo impuesto que supondrá un porcentaje del salario. Una medida que afecta a más de 20 millones de cotizantes para re llenar la hucha de las pensiones. El MEI se aplica como un nuevo recargo en la cotización, por lo que las personas que estén dadas de alta en la Seguridad Social verán reducidas sus nóminas en un 0,6%. Los empresarios pagan un 0,5% y los trabajadores, el 0,1% restante. A los trabajadores con un salario bruto de 1.500 euros se restarán 9 euros al mes, de los que 8,10 euros los pagará la empresa y 0,90 euros el empleado. En el caso de los trabajadores con un salario bruto de 2.000 euros, el nuevo impuesto supondría 12 euros al mes, de los que 10 euros los pagará la empresa y 2 euros el empleado. En el caso de los autónomos, los sindicatos calculan que el pago medio será de unos 5 euros al mes

Con el MEI, el Gobierno pretende cubrir, sin realizar ajustes relevantes, parte del coste que generará la presión de la jubilación de los «baby boomers», los nacidos entre 1958 y 1977. En concreto, en este periodo nacieron casi 14 millones de personas, 2,5 más que en los veinte años anteriores y 4,5 millones más que en los veinte años siguientes. Con el MEI se pretende ir proveyendo el fondo de la Seguridad Social y se prevé que haya un colchón de unos 50.000 millones para 2032, cuando está previsto que deje de funcionar.

Además, los empresarios afrontan una subida del 8,6% en las cotizaciones y la subida adicional de las mínimas por el alza del SMI.

Impuesto al plástico

Con este nuevo impuesto, el plástico no reciclado fabricado o importado en España, tanto si está vacío como si contiene productos, estará sujeto a un nuevo gravamen de 0,45 euros por kilo. Mediante esta medida el Gobierno prevé recaudar más de 500 millones de euros. En la norma se obliga certificar el origen y la cantidad de plástico no reciclado de cada adquisición o importación, con independencia del país de residencia del proveedor. En este primer año, los fabricantes podrán realizar una autodeclaración en la que incluyan cuánto material reciclado ha utilizado en sus productos. El nuevo impuesto afectará a los envases no reutilizables que contengan plástico en la medida en que estén diseñados para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías. Además, se incluyen los productos de plástico semielaborados destinados a la obtención de los referidos envases y los productos que contengan plástico destinados a permitir su cierre, comercialización o presentación.

Autónomos: nuevas cuotas

Los trabajadores por cuenta propia comienzan a cotizar por sus ingresos reales. Para ello tendrán que acogerse al tramo que les corresponde y no a uno más bajo.Los autónomos con menos ingresos tendrán una cuota mensual más baja, mientras que otros verán cómo aumenta. En este último caso será beneficioso para ellos, pues estarán cotizando lo que corresponde para tener mejores pensiones en el futuro. Además, las bases de cotización podrán cambiarse cada dos meses, de modo que si los ingresos como autónomo se incrementan o se reducen, el trabajador puede adaptarse rápidamente. En 2022 la cuota mínima fue de 294 euros, por lo que aquellos con ingresos más bajos de 1.300 euros se verán ya beneficiados desde 2023, llegando a un mínimo de 200 euros al mes en 2025 para los autónomos que menos ganan. Aquellos que ganan entre 1.300 y 1.700 pagarán lo mismo que la cuota mínima actual. A partir de dichas cantidades, la cuota aumenta progresivamente, hasta llegar al máximo de 590 euros al mes para los que ingresan más de 6.000 euros desde 2025.

Grandes fortunas e IRPF

Entra en vigor también el impuesto a las grandes fortunas, en principio con carácter temporal. Afecta a los 23.000 contribuyentes más ricos, los que superen los 3 millones de euros, es decir, un 0,1% del total. Entre los 3 y 5 millones de patrimonio, el tipo aplicable será del 1,7%. Entre los 5 y 10 millones: el tipo aplicable será del 2,1%. A partir de los 10 millones, el tipo aplicable del 3,5%. Con esta medida, el Gobierno pretende recaudar 1.500 millones extra entre 2023 y 2024. Además, el IRPF se incrementará un punto para las rentas de capital de entre 200.000 y 300.000 euros. Esto significa que el gravamen será del 27%. Además, las rentas superiores a los 300.000 euros tendrán un gravamen del 28%. Esto afecta a 18.000 contribuyentes. La recaudación adicional será de 200 millones de euros.

Banca y eléctricas

Este gravamen será del 4,8% sobre el margen de intereses y comisiones de las entidades financieras cuyos ingresos sean superiores a los 800 millones de euros. En cuanto a las grandes energéticas, el impuesto será del 1,2% a las que superen los 1.000 millones de euros al año Este impuesto no afectará al contribuyente de a pie, pero es importante tenerlo en cuenta porque se trata de una de las medidas tributarias más importantes de 2023. Además, en ambos casos el Gobierno ha anunciado sanciones para aquellas compañías que trasladen el impuesto a los consumidores. Con el impuesto a banca y eléctricas, el Gobierno pretende recaudar un extra de 3.500 millones de euros cada año.

Cambios en sociedades

Las empresas con facturación inferior a un millón tributarán al 23%, en lugar del 25%, lo que beneficia a 407.384 empresas que se ahorrarán 292 millones. Pero los grupos de empresas que tributen en régimen consolidado pagarán bastante más en 2023 ya que, a la hora de calcular la base imponible, solo serán deducibles el 50% de las pérdidas generadas por las filiales. Esto supone un aumento de tributación para 3.609 empresas en 2023, a las que se detraerá 2.439 millones entre 2023 y 2024. Ahora bien, la medida es temporal y se revertirá en 2024, cuando estas empresas podrán, si no se prorroga, aprovechar las pérdidas no deducidas.

Combustibles e inflación

Una de las medidas que según el Gobierno han contribuido a frenar la escalada inflacionista, la bonificación de 20 céntimos por litro para los carburantes, ha llegado a su fin. Desde el 1 de enero, sólo los profesiones del transporte se van a beneficiar de esta ayuda, si bien sólo durante tres meses. A partir de abril, y hasta junio, se reducirá a diez céntimos. No obstante, los grandes grupos energéticos han decidido mantener descuentos que se dejarán notar en los bolsillos de los conductores. La que mayor subvención concederá será Cepsa, 12 céntimos, mientras que el resto -Repol, BP y Galp- bonificará con 10 céntimos por litro los repostajes de los clientes que estén acogidos a sus respectivos programas de fidelización.