El multipartidismo que refuerza al PSOE

Siempre en alerta por la carrera electoral. Así puede definirse la historia de los partidos en estos casi seis años que se cumplirán en diciembre desde que la irrupción de las formaciones emergentes propiciara el fin del bipartidismo en España, en 2015. Ahora, el nuevo orden instaurado en la política –el multipartidismo– se enfrenta a la necesidad real de encontrar su consolidación. Mientras que si miramos al bloque de la derecha, el espacio se reparte ya tan solo entre PP y Vox ante la pérdida de fuelle electoral de Ciudadanos, el panorama a la izquierda sigue a la espera de la fórmula mágica que dé con la solución a la fragmentación del espectro electoral. Esa que demostró el pasado 4-M en la Comunidad de Madrid la debilidad que supone que la izquierda se presente dividida a las elecciones.

Si bien el PSOE es el partido líder en el bloque, ahora se enfrenta a la espera de la redefinición de este espacio de izquierdas debido al nuevo escenario que se presenta una vez la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha dado los primeros pasos en su afán de construir un espacio aglutinador del cambio que trascienda las siglas de Podemos –una marca que considera agotada–. Díaz tiene claro que no puede repetirse el ejemplo del 4-M, donde la cantidad de partidos que se presentaban por el mismo espacio ideológico acabó penalizando a estos partidos.

Es, este fin de semana, el momento clave para los socialistas para afianzar su posición de partido de Estado frente a los nuevos experimentos en la izquierda. El Congreso Federal del PSOE servirá para visualizar ante la sociedad la imagen del partido de la gestión tras la grave crisis del coronavirus y su secretario general, Pedro Sánchez, aprovechará la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para hacer calar la idea de que el único camino hacia la transformación económica y social pasa por Pedro Sánchez.

Sin embargo,el apoyo social que recaba la vicepresidenta cada vez es más arrollador.Hasta entre los votantes del PSOE crece esta percepción. Según el barómetro del CIS publicado este viernes, el 16,1% de los socialistas la ve como presidenta del Gobierno. Es, además, de las ministras mejor valoradas junto a Nadia Calviño y Margarita Robles.

El análisis de los expertos

¿Puede dañar al PSOE este espacio aglutinador que lidera Díaz? Los expertos lo dudan. Para el consultor político y profesor en la UCJC Eduardo González Vega «la izquierda ya ha demostrado que le resulta muy difícil unirse y sería muy difícil que hoy –el proyecto de Díaz– hiciera daño al PSOE», explica para después reflexionar que «ensanchar el espacio es delicado porque el PSOE tiene mucha fuerza». Pedro Marfil, profesor en la Universidad Camilo José Cela y miembro directivo de ACOP, lo específica modificando el refrán popular. «A río revuelto, ganancia del PSOE». Y es que, explica, si se une al «desgaste» de Podemos el proyecto todavía sin apuntalar de Díaz, es posible que «el votante de izquierdas detecte una posible atomización de este espectro ideológico y pueda sentirse atraído por un voto seguro, por el voto útil» que sería el PSOE. Por su parte, el director de Asuntos Públicos de Atrevia, Manuel Mostaza, no ve en Yolanda Díaz un peligro más fuerte del que supone Podemos. Para el experto, «la falta de implantación territorial» de la que «carece el proyecto» es el principal problema de cara a unas futuras elecciones en competición con los socialistas. «Si quieres estar fuerte, necesitas una implantación territorial», repite, para después analizar que para el PSOE «el mejor escenario es que Podemos se convierta poco a poco en una especie de IU del siglo XXI».

Para Vega, el PSOE debe «continuar su estrategia de seguir gobernando en base al discurso de la recuperación económica tras la pandemia» puesto que es la forma «en la que los socialistas pueden mantenerse en el poder». Para Marfil, el PSOE debe trabajar en su refortalecimiento en este congreso federal y advierte a Podemos de la posibilidad de desborde si comienzan la carrera electoral ya. «Si arrancamos la carrera antes de tiempo corremos el riesgo de llegar desfondados», cree el experto, que también ve «erróneo» el planteamiento de Podemos de pretender ser primera fuerza con sus números actuales y con el vaticinio de las encuestas. «De cara al votante puede sonar poco creíble».

Pero, ¿Qué ha ocurrido en el espacio de izquierda que en 2015 llegó a sumar 159 escaños y que se ha dejado 24 por el camino en cinco años? ¿Es posible reeditar estos apoyos que arrastraban al 46,4% del voto entonces? La última encuesta de NC Report para LA RAZÓN da una bajada entre 19 y 21 escaños al PSOE y de entre 12 y 14 escaños a Unidas Podemos. El PP ya podría gobernar con el apoyo de Vox. De cara a unas próximas elecciones, influirá seguro el comportamiento del votante en base a la percepción de la actitud de los partidos en este momento. Pero hay una clave importante que podrá determinar la balanza. El elector socialista es más fiel que el morado. Un 56,9 de los socialistas optan por repetir su voto mientras que entre los morados solo lo hacen el 44,06, según la encuesta de septiembre del CIS.

Los expertos consultados hablan, incluso, de una superación del multipartidismo debido al desgaste y perdida de votos de sus principales valedores, Podemos y Ciudadanos. Eduardo González Vega ve que, en el futuro electoral, podremos hablar de un «repunte del bipartidsimo» debido a que la caída de los emergentes será en beneficio de PSOE y PP. Ve lejos, sin embargo, la vuelta del bipartidismo debido a que como muestran los sondeos electorales, «los grandes partidos siguen necesitando del concurso de Podemos, a la izquierda, o de Vox, a la derecha. Pero, advierte: «La utilidad del voto, sí puede incidir en la llegada, a medio plazo, del bipartidsimo».

En cuanto a la decadencia del voto en la izquierda, el experto advierte de que Podemos «ha quebrado su «storytelling» –lo que decía que iba a hacer– frente al «storydoing» –lo que hace–. Cuando quiebras emocionalmente a tu electorado hay mucho voto que no vas a recuperar», explica Vega. Para Mostaza, el desgaste de los partidos del cambio demuestra «que el bipartidismo es muy sólido». Para él, la relación del PSOE con los partidos a su izquierda «está marcada por la inestabilidad», pero ve «difícil» que Podemos «conviva sólido en el tiempo» con el PSOE.