
Enfrentamiento
"Golpe bajo": el príncipe Andrés amenaza al Rey Carlos III con llevarse a los perros de la Reina Isabel II
Una disputa entre hermanos que parece no tener tregua y que podría terminar con el malogrado duque de York exiliado de Royal Lodge

Parece que el amor fraternal no es algo que se estile en la familia Windsor. De sobra se conoce que el príncipe Harry y el príncipe Guillermo rompieron su relación hace tiempo a consecuencia de los comentarios que el primero profirió contra su familia en sus memorias y una entrevista con Oprah Winfrey; una enemistad entre hermanos que podrían haber aprendido de su propio padre.
El Rey Carlos III mantiene una disputa con su hermano pequeño, el príncipe Andrés, desde que este sacó los colores a la Corona con sus múltiples escándalos, incluida una acusación de agresión sexual a una mujer que todavía era menor cuando ocurrieron los supuestos hechos. El duque de York nunca llegó a juicio a cambio de una generosa indemnización, así que nunca pudo ser declarado culpable, pero tampoco inocente.
El caso es que, desde entonces, el príncipe Andrés se mantiene apartado de la Corona, y lo último que quiere La Firma es que se pueda relacionar uno solo de sus muchos engranajes con el malogrado hijo de la Reina Isabel II, y desde hace tiempo se viene planeando su desalojo de Royal Lodge, la mansión que pertenece al patrimonio real que ha sido su hogar desde 2003.
No es de extrañar que el príncipe Andrés se niegue a abandonar la que ha sido su casa en los últimos 20 años, pero el Rey Carlos III parece empeñado en ponerle de patitas en la calle y cada vez parece más probable que su hermano tenga que hacer las maletas.

Ante esta situación, el príncipe Andrés habría advertido al Rey Carlos III con llevarse con él a Muick y Sandy, los perros que heredó de la Reina Isabel II, si finalmente le echan de Royal Lodge.

“Un golpe bajo”, dice una fuente al portal inglés “Woman’s Day”. Según este confidente, “la Reina se revolvería en su tumba” si viera a sus queridos perros fuera de Royal Lodge, y el hecho de que el príncipe Andrés haya tenido que jugar esta baza no hace más que confirmar que su relación con el Rey Carlos III se encuentra en su peor momento: “El hecho de que Andrew sienta que su hermano valora a esos dos perros más que a él demuestra lo mal que están las cosas entre ellos”.
La disputa gira en torno a la capacidad económica del príncipe Andrés de sufragar los gastos del mantenimiento de Royal Lodge con fondos procedentes de “fuentes legítimas”. Lo último que se conoce en este sentido, según publicó en noviembre el rotativo “The Times”, es que el duque de York había demostrado solvencia para seguir en casa durante un tiempo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar