Hijos del poder: Marta de la Rica Entrecanales, el alma de las casas con historia

Tiene el ojo entrenado para detectar la belleza entre los cachivaches y una sensibilidad rara para mezclar con elegancia lo que otros considerarían imposible. Marta de la Rica Entrecanales es, hoy por hoy, la interiorista que todos buscan y pocos definen con precisión.

Sus apellidos hablan por sí solos: pertenece a una de las sagas empresariales más influyentes de España. Su abuelo materno fundó Acciona. Su madre, Blanca Entrecanales, dirige la finca ecológica Dehesa El Milagro en Oropesa, y su padre, Javier de la Rica Aranguren, es financiero y el alma creativa detrás de Gaztelur, el exquisito espacio deco y gastro que ambos pusieron en marcha dur ante 2020 en el País Vasco francés. Con tres hijos, un matrimonio consolidado y un estudio repleto de encargos desde Suiza hasta los Estados Unidos, Marta de la Rica combina la maternidad con una agenda internacional donde siempre hay hueco para buscar tesoros escondidos.

Sus interiores buscan trascender las modas. Ella habla de «convertir lo ordinario en algo extraordinario», de crear espacios con alma. Y lo logra. Porque en su universo se mezcla la estética con la memoria, la proporción con la emoción, el confort con el relato. No hay nada impostado en su manera de trabajar: todo tiene sentido, medida, alma. Marta entiende que un buen interior no solo se mira, se vive. Y todo, como ella, está hecho para perdurar.