Bomba en la entrevista póstuma
Isabel Pantoja quiso quedarse embarazada de Julián Muñoz
El exalcalde de Marbella confiesa que la cantante se sometió a pruebas médicas para ser madre con él, pero que hubo un hecho que lo truncó todo
Julián Muñoz no se ha guardado nada en el tintero. En su entrevista póstuma, concedida tan solo 21 días antes de fallecer, ha contado con pelos y señales cómo se saquearon las arcas de Marbella, quién se llevó todo el dinero y, por supuesto, lo más esperado, qué sucedió con Isabel Pantoja. No tanto en el entuerto del ‘caso Malaya’ que les llevó a ambos, junto a Mayte Zaldívar, la tercera en discordia, a prisión. El exalcalde marbellí también ha centrado su atención en los jugosos capítulos secretos de su romance con la tonadillera, llegando a confesar cómo la conquistó a través de llamadas de teléfono, hasta cómo fue su primer encuentro sexual y que le hizo ver a su amante como “una tigresa muy sexual y muy fogosa”. Y es que su primer “achuchón”, como así lo define él, dejó el listón muy alto.
“Yo quería todos los años contratar a Isabel Pantoja a cantar en Marbella. Y como era muy cara, no la contrataba”, así que trató de agilizar los pasos y buscar el teléfono de la artista para convencerla personalmente. Pedía 8 millones de euros por actuación y el Ayuntamiento no podía afrontar tal gasto. Lo logró y sus llamadas, al principio, fueron estrictamente profesionales, hasta que se convirtieron en diarias, hasta extenderse durante 11 horas: “Yo la llamaba todos los días, todos los días. Yo a la Pantoja la conquisté por teléfono” hablando de negocios y temas amorosos: “Supongo que hablaríamos de amor, pero vamos, de dinero también se hablaba”. Ahí es cuando le propuso ser la imagen oficial de Marbella, lo que afianzó aún más sus lazos, dejando a Mayte Zaldívar fuera de juego.
Su primer encuentro sexual lo ha fechado en 2003, en una discoteca que se mandó vaciar para que pudiesen disfrutar de intimidad: “Nos teníamos ganas, había atracción física. Fue un encuentro tierno, dulce, maravilloso, recreándonos el uno en el otro (…) Desde entonces estaba completamente encoñado y la buscaba como un adolescente con la testosterona por las nubes”. El primer encuentro íntimo dejó el listón bien alto: “Echó a todo el mundo. Me quedé ella y yo solos. Y ahí hubo el achuchón. Ahí fue ya el achuchón como Dios manda. Un buen meneo. Ella estaba con ganas, como una tigresa (…) Isabel es muy sexual y muy fogosa”.
Pero su relación dejó de ser exclusivamente profesional, también superando la fase sexual, llegándose a plantear un futuro en común. No solo como pareja, provocando el divorcio de Julián Muñoz, sino también con el firme sueño de formar una familia. “Isabel Pantoja se hizo una prueba para poder ser madre”, escribe en sus memorias, que no fue solo una vez, sino varias las veces que intentó quedarse embarazada de él. La edad le truncó sus planes y al final los rumores de infidelidad por parte de él determinaron el final de su historia de amor. Algo que se materializó en prisión, cuando ella, tras dos visitas, le dejó solo.
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