Kiko Hernández, Carlota Corredera, Patiño, Belén Estaban y otros de ‘Sálvame’ se vuelcan con Lydia Lozano en el tanatorio

Lydia Lozano está devastada. No es para menos. Este miércoles ha tenido que despedirse de su madre, Sol Hernández, que perdía la vida a los 95 años. La trágica noticia le llegó a la periodista mientras estaba con Gustavo González en Barcelona. Su cita con un íntimo de ‘Sálvame’ le ha marcado y sobre ello ha hablado, entre lágrimas, a su llegada al tanatorio. Allí, poco a poco, han ido apareciendo sus íntimos amigos y compañeros de profesión.

La colaboradora ha recibido el cariño de todos, al igual que su hermana Esther, a las puertas del tanatorio de La Paz de Tres Cantos, Madrid. Las hermanas han sido las primeras en llegar, acompañadas de Charly, el marido de la periodista. Se han encargado de que el velatorio de su madre estuviese listo para la llegada de los afligidos. De los primeros en llegar han sido dos rostros populares del universo ‘Sálvame’: Kiko Hernández y Carlota Corredera.

Lydia Lozano, arropada por sus íntimos compañeros

El primero en acompañar a la familia en el recinto fúnebre ha sido Omar Suárez. El que fuese reportero de ‘Sálvame’ no ha querido dejar pasar la oportunidad de darle un abrazo a Lydia Lozano y hacerle entender que no está sola en su duelo. Sabe que su amiga es muy intensa y vive las emociones a flor de piel y a veces se desborda. Para evitarlo, también han estado a su lado desde primera hora de la tarde de este miércoles Kiko Hernández y Carlota Corredera. Aprovechando el alto en ‘Tentáculos’, su programa de TEN que sustituye a ‘Ni que fuéramos Shhh’ tras convertirse en ‘La familia de la tele’ en su salto a TVE.

No tardaron en seguirle los pasos María Patiño y Belén Esteban, quienes serán sus compañeras en su nueva aventura en TVE. Una que ya habría comenzado, si la muerte del Papa Francisco no hubiese trastocados sus planes. Ahora, en vez de reunirse en un plató, hacen lo propio en el tanatorio madrileño, donde las amigas de Lydia Lozano se han trasladado para estar a su lado y ofrecerle su consuelo.