
Nuero retoque estético
Kiko Matamoros entra en quirófano para “quedar como un niño de 17 años”
Después del susto de salud que le hizo ser operado hace unos meses, ahora se pone en manos de los cirujanos para sacar rejuvenecer a golpe de bisturí

Kiko Matamoros ha estado preocupando, y mucho, a todos por sus problemas de salud. Sus ingresos en el hospital no han pasado desapercibidos, especialmente cuando él mismo o su esposa, Marta López, compartían imágenes desde la cama del centro médico. En un primer momento no se quería dar mayor información y alejar la información sobre su estado de salud, pero el revuelo no daba tregua al protagonista y finalmente reconocía que su última hospitalización se debía a una obstrucción del esfínter del estómago.
Este imprevisto le impedía poder comer con normalidad. Lo trató y parece que recobró la rutina. Tanto, que después de solucionar sus problemas de salud, se ha podido centrar en esos otros más banales, como son los de la belleza. Y es que entre de nuevo a quirófano, pero esta vez con la intención de sacar de nuevo lustro a sus facciones y salir renovado estrenando rostro. Un paso que ha querido anunciar él mismo a través de sus redes sociales.
Kiko Matamoros, de nuevo a quirófano
El colaborador, ahora de nuevo al servicio de TEN en el programa ‘No somos nadie’, se resiste a envejecer. No está dispuesto a que el inevitable paso del tiempo haga mella en su apariencia física. Eso le lleva a sudar la camiseta con duras sesiones de entrenamiento, lo que explica sus músculos. Sin embargo, su rostro le delataría a sus 68 años. Es por eso que ha vuelto a confiar en las magistrales manos de un cirujano plástico para dar un giro a sus facciones, con una inminente operación estética que llevará a cabo en breve.
Está convencido del éxito y asegura que “voy a quedar como un niño de 17 años. Estoy aquí que me voy a hacer la ‘blefa’ arriba y abajo. Ahora vendrá la doctora a explicarme cómo me lo hago”, describe el colaborador de televisión en su última publicación de Instagram, en lo que se entiende como una colaboración con el centro de estética al que ha confiado su belleza. “Voy a quedar como un bebé”, confiesa ansioso por ver cómo le dejan con un nuevo rostro a estrenar que, presumiblemente, será uno de los temas más comentados los próximos días.

Lo que se trae entre manos Kiko Matamoros es una blefaroplastia, una intervención que le restará años a su aspecto físico tras eliminar la tediosa piel sobrante acumulada en sus párpados. Una operación que también implica la retirada de posible grasa de la zona para así dotar a su mirada de una década menos, aunque él confía en que casi parezca ser menor de edad tras salir de quirófano.
“Los resultados que he visto en algunos amigos han sido espectaculares. La mirada es uno de los rasgos que más definen tu rostro y una mirada sin signos de cansancio, bolsas y efecto lifting es todo lo que necesito”, detalla Kiko Matamoros poco antes de citarse con la doctora que llevará su caso. Quizá el éxito de la operación no prometa tal proeza a sus 68 años, aunque demuestra la ilusión con la que afronta este nuevo reto estético.
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