Rappel, operado del ojo izquierdo y a la espera de repetir con el derecho

Últimamente la salud está dando muchos quebraderos de cabeza a nuestros famosos. No solo Kate Middleton tiene al planeta entero expectante por lo que le sucede y su misteriosa entrada a un quirófano para una cirugía abdominal, sino que estos días las miradas están puestas en la salud de Bertín Osborne, Julián Muñoz o Estrella Morente, además de ahora también de Rappel. El vidente de 78 años ha tenido su propio percance de salud que le ha obligado a ser intervenido recientemente. Aunque ha preferido llevar todo el proceso en secreto, al final ha reconocido que ha tenido que ser operado del ojo izquierdo por unas cataratas. Un proceso que tendrá que repetir ahora con el derecho.

“Me han operado del ojo izquierdo y la semana que viene me operan del derecho. Estoy haciendo mucho reposo y me ponen colirios cada tres horas. Así tengo que estar, al menos, dos semanas”, ha detallado el propio futurólogo a ‘El Español’. Un nuevo apuro médico que se suma a la lista de los últimos reveses que ha sufrido esta temporada delicada, que comenzó el año pasado cuando tuvo que ser ingresado a consecuencia de una neumonía y que continuó poco después con el síncope que sufrió y dio un susto tremendo a sus seres queridos.

Rappel, pese a haber sido uno de los rostros más habituales en la televisión y la crónica social de los años 90, ha ido adoptando un papel discreto en los últimos años. Ahora vive alejado de la polémica, centrado más en disfrutar de lo ganado en la etapa dorada de su carrera con las cartas del tarot y siendo el vidente predilecto de los famosos. No lo hace solo, pues a su lado está José María, su pareja desde hace casi cuarenta años, que se está encargando de ayudarle en su convalecencia tras la operación de cataratas, a la espera de tener que repetir la tarea cuando sea intervenido de nuevo la semana próxima.

Pese a que la salud de Rappel ahora esté reclamando su atención, el futurólogo que vaticinó la muerte de su propio hijo se lamenta de que “no he podido ir a las Fallas ni puedo ir a la Semana Santa”. Estas quejas hacen creer que se encuentra mejor de salud, aunque esta le impida asistir a sus fiestas más tradicionales marcadas con especial cariño en su calendario personal. Ya habrá ocasión de festejar cuando se recupere por completo.