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Sin escándalos

Sophie de Edimburgo: El "arma secreta" que eclipsó a Meghan sin hacer ruido

Entre reverencias evitadas, diplomacia silenciosa y un perfil bajo que brilla, la nuera favorita de la Reina se consolida como la figura más estable de la realeza

Sophie, duquesa de Edimburgo NEIL HALLEFE

Sophie, duquesa de Edimburgo, lleva años haciendo lo que pocos en la Familia Real británica logran: pasar desapercibida mientras sostiene el peso de una institución centenaria. Patrocinadora de más de 70 organizaciones y con más de 200 actos públicos al año, su trabajo constante, sin escándalos y con temple ha cimentado su reputación como el verdadero motor silencioso de la monarquía.

Por eso, su ascenso en 2023 -cuando fue nombrada duquesa de Edimburgo para conmemorar el 59.º cumpleaños de su esposo, el príncipe Eduardo- fue mucho más que un simple cambio de título. Fue un reconocimiento al compromiso de ambos con el legado del duque de Edimburgo, y también, según sus allegados, una liberación personal. "Sophie se siente aliviada. Ya no tiene que hacer reverencias a alguien que abandonó sus deberes reales y luego criticó a la institución que ella defiende con tanto empeño", confesó una amiga íntima.

Relación tensa con Meghan Markle

Ese "alguien" no es otro que Meghan Markle, con quien la relación, según fuentes cercanas, fue tensa desde el primer día. La Reina intentó, sin éxito, que Sophie actuara como mentora para la exactriz de "Suits". Pero Meghan no se mostró interesada. La duquesa de Edimburgo no lo dijo en voz alta, pero cuando le preguntaron si su familia había "reemplazado" a los Sussex, soltó una frase con doble filo: "¿Qué pensaba la gente que estábamos haciendo de antemano?".

En primer plano, la duquesa de Edimburgo, nuera de la Reina Isabel IIGtres

Sophie ha mantenido su compostura incluso ante la explosiva entrevista de los Sussex con Oprah. Cuando se les preguntó a ella y al príncipe Eduardo por el tema, él bromeó: "¿Oprah, quién?", y Sophie, entre risas, respondió: "¿Qué entrevista?". Aun así, no dejó de mostrar cierta empatía al declarar: "Solo espero que sean felices".

Pero bajo esa calma hay estrategia. Sophie ha sido descrita como una "inteligente pacificadora", clave en la operación de apaciguar tensiones tras el funeral del príncipe Felipe. Incluso en uno de los momentos más tensos de la Familia Real, fue ella quien habló con Harry durante más de media hora, intentando tender puentes.

La duquesa también ha asumido con humildad su papel como figura de continuidad. "No me veo en un rol central", ha dicho. "Me gusta pasar desapercibida. Está muy bien ser un arma secreta, pero si nadie lo sabe, quizá sea demasiado secreto". Con esa frase resume su estilo: sobrio, efectivo y sin grandilocuencia.

Sophie ha logrado lo que Meghan no pudo o no quiso: integrarse, servir y mantenerse firme sin necesidad de foco mediático. Como dijo el experto Russell Myers, "no es solo fachada, ella lo domina". Puede que nunca tenga millones de seguidores en redes, pero sí algo que escasea en palacio: estabilidad real.