Moda
Sophie et Voilá: el millón en ventas, gracias a la marquesa de Griñón
El «no vestido» de Tamara Falcó ha hecho famoso al atelier vasco, que encara el 2023 fiscal con unos grandes beneficios
Recuerden: «A quien le tiene que gustar el vestido es a Tamara... y a su madre». Esta era la declaración de Sofía Arribas, el alma creativa junto a Saioa Goitia, de la firma Sophie et Voilà! en «El Programa de AR», el pasado miércoles tras la resaca de la boda de Tamara Falcó. La joven creadora contestaba así al ser preguntada sobre si les había gustado el vestido de Tamara, ese que en un principio iban a ser ellas las encargadas de confeccionar y que, tras un sin fín de problemas, finalmente no hicieron. En sus palabras no pasaba desapercibido el recado que la diseñadora mandaba a Isabel Preysler. Ese «a su madre» era un mensaje directo a la reina de corazones. Saioa y Sofía se cobraban la revancha del comentario hecho por Isabel Preysler, que Tamara hizo público tras la primera prueba del vestido de Carolina Herrera. Según la socialité, su madre comentó textualmente al verlo: «Esto sí es un vestido». Un comentario que cayó como un jarro de agua fría y molestó a las creadoras vascas, que entendieron que el fondo del comentario iba dirigido a ellas y a su propuesta frustrada de vestido de novia.
Este no fue el único comentario de las diseñadoras. En una de las historias colgada en el perfil de Instagram de la firma dejaron clara cuál era su filosofía de trabajo: «Un vestido de atelier es un diseño absolutamente personal y exclusivo creado para ti. Los vestidos realizados en este espacio mantienen la esencia Sophie et Voilà!, están confeccionados con los tejidos más exquisitos siguiendo el proceso más artesanal y son ajustados personalmente por nuestra diseñadora en nuestro atelier de Bilbao», apuntaban.
Moda exclusiva de alta costura
«Zascas» aparte, una semana después de la boda, la vida continúa en el taller que la firma Sophie et Voilà! regentan desde hace más de trece años en el barrio de Abanto, en pleno centro de Bilbao. El ambiente es frenético en estas fechas estivales en los que la carga de trabajo no deja espacio a otra cosa que no sea cumplir con los plazos de los muchos vestidos de novia que tienen encargados. Su camino en el mundo de la moda no ha sido flor de un día. La marca fue fundada en 2010 por Sofía Arribas, una arquitecta de formación a la que la moda, y en concreto el diseño de vestidos nupciales, le hizo abandonar su profesión para entregarse por completo al macramé, el chantilly y el alençon.
La empresa pasó, en unos pocos años, de ser un pequeño atelier de vestidos para novia a medida, a lanzar sus colecciones propias para las novias que quisieran apostar por diseños exclusivos. La idea era clara: ofrecer creaciones especiales con detalles de alta costura realizados a mano. Al éxito inicial de la idea se le unió en 2015 la llegada de Saioa Goitia. Con ella se produjo la internacionalización de la marca y la llegada de la firma a Madrid, un mercado que desde el principio se le abrió de par en par pese a la competencia. La marca creó un showroom en la capital, el de ES Fascinante, situado en la calle Conde de Aranda, donde Saioa y Sofía viajan un par de veces en semana para atender personalmente a las novias e invitadas que eligen sus diseños. Una de las claves de su éxito fue integrarse en 2018 en el canal de moda online especializada en moda lenta española, en el que sus clientas pueden elegir sus diseños de manera cómoda y más accesible que los canales de venta tradicionales. Además, participan en otras plataformas de e-commerce de lujo como Moda Operandi, que cuenta con más de 90 puntos de venta y otro atelier propio en Tokio. Sus números hablan del éxito de su apuesta.
La polémica con Tamara Falcó y su guerra de declaraciones por el encargo frustrado de su vestido de novia, lejos de penalizar a la firma, la ha aupado aún más en cuanto a encargos, publicidad y facturación. Para sorpresa de las dueñas su fama se ha multiplicado y los encargos se han disparado hasta el punto que Sophie et Voilà Sociedad Limitada, vive su mejor momento desde su fundación. La empresa vasca, que presentó sus cuentas hace unos días, cerró el último ejercicio con unas ventas de 887.000 euros, y un beneficio tras impuestos de 61.000 euros. La sociedad declara, además, activos por valor de 495.000 euros en un modelo de éxito creciente en los que su facturación ha crecido de manera exponencial en los últimos años. En sólo dos ejercicios la empresa ha conseguido multiplicar por dos sus ventas. Quizá en previsión de ese éxito, en 2018 la sociedad llevó a cabo una ampliación de capital de casi 41.000 euros llevando el capital social de la empresa hasta los 166.000 euros. Pero lo mejor está por llegar. La repercusión a nivel mediática del «no vestido» de Tamara ya se ha dejado notar y el atelier tiene previsto superar la cifra redonda de un millón de euros de facturación en el ejercicio de 2023.
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