Con misterio

Terelu esconde a su hermano José María del foco mediático

Es una persona anónima y se enteró de su existencia cuando tenía casi treinta años

Terelu Campos deja en el aire si continúa apoyando a Carlo Costanzia padre tras su entrevista
Terelu Campos deja en el aire si continúa apoyando a Carlo Costanzia padre tras su entrevistaEuropa Press

Se llama José María Borrego, trabaja y vive en Málaga y es el hermano "desconocido" de Terelu y Carmen, las hijas de María Teresa Campos.

Hace unos días, ese hombre estuvo presente en la fiesta de cumpleaños de Terelu y pasó totalmente desapercibido. No existe ni una sola imagen que le identifique, y sus hermanos hacen lo imposible para que siga siendo anónimo, porque no quiere convertirse en un personaje mediático.

Antonio David Flores desvelo su existencia

Sus padres, ya fallecidos, fueron José María Borrego y una mujer de la que no se conoce su identidad. Nació fruto de una relación anterior de su progenitor antes de conocer a María Teresa Campos.

Las Campos y su hermano mantuvieron oculto su parentesco hasta que Antonio David Flores descubrió en un plato de televisión la existencia de José María, lo que originó una investigación periodística exhaustiva. Se logró dar con el paradero del personaje pero no hubo forma de conseguir fotografías de su persona.

Paradójicamente, José María estuvo sentado en la misma mesa que Terelu en su cena cumpleañera, pero muy pocos estaban al tanto de quién era. Y como no se permitió la entrada de reporteros al evento pasó desapercibido.

Terelu Campos posa con Carlo Costanzia padre en su fiesta de cumpleaños
Terelu Campos posa con Carlo Costanzia padre en su fiesta de cumpleañosEuropa Press

Evidentemente, no posó en el photocall a la entrada del restaurante. Terelu ya advirtió que al lugar asistirían personas que no deseaban posar para la Prensa, sin especificar que una de ellas era ese hermano al que solamente conocen los íntimos.

Los tres hermanos Borrego se conocieron ya en la madurez. Terelu ha contado que ella tenía treinta años cuando tuvo constancia por primera vez de la existencia de José María.

Y María Teresa Campos le trató con cariño, como si fuera su propio hijo.