
Fortaleza
Lydia Lozano, el desvelo incansable durante el ingreso de su marido
La periodista apenas se separa de Charly, que aún deberá permanecer hospitalizado varias semanas más

Aunque en pantalla trata de mostrarse fuerte, Lydia Lozano no puede evitar momentos muy emotivos y de vulnerabilidad. Durante sus apariciones el programa "¡De viernes!", ha hablado abiertamente sobre la difícil situación de salud de su marido Charly que, tras ser operado de urgencia por un problema grave en la espalda, sufrió una infección bacteriana que afectó a un órgano vital. "La bacteria se comió una válvula" del corazón, explicó la colaboradora en televisión. El incidente obligó a un reingreso hospitalario y una segunda operación.
Después de décadas en televisión ganándose el cariño de la audiencia y de sus compañeros, muestra su lado más humano y sensible, emocionándose y llorando en directo. Su regreso a Telecinco en 2025 fue muy emotivo y está recibiendo apoyo de sus compañeros y amigos que valoran su esfuerzo por mantener su profesionalidad y cercanía con el público.

"Estuve dos días sin parar de llorar cuando me dijeron que tenían que operarlo del corazón. No he llorado más en toda mi vida", confesó. El proceso es largo y ya se acusa en su rostro el cansancio físico y emocional. Charly permanecerá ingresado al menos cinco o seis semanas más en un hospital madrileño mientras sigue en tratamiento con antibióticos intravenosos y analíticas frecuentes para controlar que la bacteria no se ha reproducido.
Unos minutos de desconexión
La periodista ha sido captada en las inmediaciones del centro hospitalario por las cámaras de Europa Press. Con rostro serio y protegida bajo su paraguas, acudía a un quiosco cercano al hospital para comprar prensa y desconectar un instante tras las largas jornadas de acompañamiento a su esposo.
Durante varios minutos, la colaboradora mantuvo una extensa conversación con la quiosquera, desahogándose sobre la complicada situación que está viviendo. La charla evidenció sus ganas de encontrar pequeños momentos de respiro en medio de la tensión acumulada durante estas semanas. Cuenta también con la protección emocional de su marido: "Es muy buen enfermo y las enfermeras le adoran. Se preocupa por mí para que no esté todo el día en el hospital", expresó en televisión.
Su compañero de vida
Su historia de amor nació en los años 80. Lydia estaba saliendo con un amigo de Charly, aunque era una relación estaba prácticamente rota. Fue un amor a primera vista. Le encantó su carisma y sentido del humor e incluso su manera de contar cómo hacía chipirones en su tinta.

Menos de 24 horas después, Charly la llamó para una cita, y Lydia no dudó en cortar con su pareja para comenzar con él. Se casaron el 22 de junio de 1990 y han construido una relación sólida y plena, basada en la complicidad, el respeto y el amor, superando juntos momentos difíciles como problemas de salud y pérdidas familiares. Es su mejor amigo y compañero de vida.
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