Martínez-Almeida, en la tamborrada: "Ni los bailes ni los tambores son mi fuerte"

Madrid ha culminado este domingo su Semana Santa con el redoble de decenas de tambores en la plaza Mayor con la presencia del alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Acompañado por la regidora de Zaragoza, Natalia Chueca, y varios miembros del Gobierno municipal, ha asistido a la tradicional tamborrada que simboliza el final de la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

El encuentro, a cargo de la Cofradía de la Coronación de Espinas de Zaragoza, ha llenado de emoción y sonido la plaza Mayor madrileña. Durante más de una hora, los tambores han resonado con fuerza, cerrando con estruendo el programa de procesiones y actividades religiosas y culturales de la ciudad. La tamborrada ha sido organizada por la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo de Madrid, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital y la cofradía aragonesa.

El pasacalles, como es tradición, ha arrancado en el Monasterio de las Carboneras de la plaza Conde de Miranda y luego ha avanzado por la plaza de la Villa hasta desembocar en la plaza Mayor, donde la tronada ha roto el último silencio. Allí esperaban miembros de ambas corporaciones municipales y los hermanos mayores de las dos congregaciones.

Martínez-Almeida vive una etapa vital exultante. Acaba de celebrar su 50 cumpleaños y, un año después de su boda con Teresa Urquijo, espera feliz la llegada de su primer hijo. La Semana Santa, por tanto, ha sido intensa en acontecimientos. El Jueves Santo vimos al matrimonio disfrutando en Málaga del traslado del Cristo de Mena por parte de la Legión. Un acto al que no faltó el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, que previamente vivía las procesiones de Sevilla.

Ya en Madrid, y haciendo gala de su buen humor, el alcalde ha preferido no probar suerte con las baquetas en este Domingo de Resurrección. "Ni los bailes ni los tambores son mi fuerte", ha reconocido con una amplia sonrisa.

Más allá de los datos turísticos, el regidor ha puesto en valor el carácter emotivo y tradicional de una Semana Santa que, pese a la lluvia en algunos días clave, ha vuelto a movilizar a madrileños y visitantes.