Diez hallazgos para una década

MADRID- Analizar los avances científicos de la década es revelador: hemos dado pasos de gigante. En concreto, diez. Éste es el número de hallazgos más valorados por la revista «Science».

1. La utilidad del «ADN basura». Sólo un 1,5 por ciento del genoma incluye códigos proteínicos. En un principio se pensó que el resto de ADN no tenía utilidad. Los científicos rectificaron: este ADN ayuda a regular los genes y esclarece factores genéticos de riesgo.

2. La «receta» del cosmos. Gracias a avances tecnológicos como la sonda WMAP de la NASA, los científicos han logrado descifrar la «receta» del universo: materia ordinaria –planetas y estrellas– materia oscura y energía oscura.

3. Secuenciación de ADN primitivo. La secuenciación de especies extintas como el mamut o el hombre de Neandertal ha sido posible gracias a nuevas herramientras. 

4. Agua en Marte. Los satélites mostraron que el planeta rojo albergó en sus orígenes mares muy duraderos. Además, se halló hielo enterrado en su superficie.

5. De células de la piel a células embrionarias. En 2007, dos equipos lograron transformar células de piel humana en células madre como las embrionarias.

6. Los microbios son nuestros aliados. Siempre hemos luchado contra las bacterias. Pues bien: son necesarias. Algunos microbios cumplen funciones importantes en los procesos metabólicos y en el sistema inmunológico.

7. Más de 500 «exoplanetas». En el año 2000, se habían contabilizado 26 planetas de fuera del sistema solar. A día de hoy, la lista alcanza los 505 planetas extrasolares.

8. El peligro de las inflamaciones. Antes se consideraba a las inflamaciones como células inmunes que reconstruían tejidos dañados. Ahora, se sabe que estas deformaciones provocan que los tumores se expandan.

9. La invisibilidad es posible. En 2008, la tecnología de los «metamateriales» ha logrado lo que parecía imposible: que la luz esquive objetos tridimensionales provocando su invisibilidad.

10. El calentamiento global, antes de lo previsto. En décadas pasadas, los investigadores pensaban que el efecto de los gases de efecto invernadero no impactarían con fuerza hasta bien entrado el XXI. Los daños ya son visibles.