Asia

El plan de un comandante de EEUU para frenar a China en una invasión de Taiwán

Plantea a la US Navy que instale minas en el Mar Amarillo y el delta del río de las Perlas para bloquear el tráfico marítimo y abortar un asalto naval sobre la isla

Buques de guerra y aviones de combate de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) participan en una exhibición militar en el Mar de China Meridional
Buques de guerra y aviones de combate de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) participan en una exhibición militar en el Mar de China MeridionalLi GangREUTERS

La tensión en el Estrecho de Taiwán crece mes a mes. China quiere recuperar Taiwán y no descarta el uso de la fuerza para lograr la reunificación en el largo plazo. De momento, el Ejército Popular de Liberación chino sigue preparándose para este escenario y por ello viene realizando misiones militares aéreas sobre la Zona Identificación Aérea taiwanesa. Taipei ha expresado una y otra vez su malestar por lo que considera una situación de “acoso” y en varias ocasiones ha tenido que desplegar aviones de combate para contrarrestar las patrullas chinas cerca de su espacio aéreo. Pero la amenaza no procede solo del cielo. Las autoridades de Taiwán y los militares estadounidenses temen que una posible invasión en el futuro pueda llevarse a cabo fundamentalmente a través de medios navales. La pregunta que muchos expertos se hacen es si Estados Unidos estaría dispuesto a enviar medios militares para detener una ofensiva de Pekín sobre la isla, y en caso afirmativo, de qué tipo.

En un artículo publicado por el Instituto Naval de los EEUU y recogido por el periódico South China Morning Post, el comandante Victor Duenow sostiene que una hipotética acción naval china para tomar la isla taiwanesa puede ser frenada mediante la instalación de una barrera subacuática: “Estados Unidos puede colocar minas en el Mar Amarillo y el delta del río de las Perlas, lo que disuadirá de manera efectiva las acciones militares de China contra Taiwán”, dijo este experto militar, que agregó que semejante estrategia podría obligar a Pekín a sentarse en la mesa de negociaciones. El Mar Amarillo y especialmente el Delta del Río de las Perlas es una zona muy sensible, ya que probablemente sea la mayor aglomeración humana del planeta, con casi 70 millones de personas.

La recomendación de Duenow es clara: el Comando de EEUU que opera en la región del Indo-Pacífico debería desplegar “minas ofensivas” para frenar en seco las aspiraciones militares del gigante asiático. La colocación de minas explosivas podría interrumpir el ingente tráfico y comercio marítimo en la zona así como la llegada de suministros petroleros a China, generando una suerte de embargo sobre la economía del país asiático. El tráfico marítimo de China es impresionante. Posee la segunda mayor flota comercial del mundo y en torno al 95% de los bienes que exporta al resto del globo lo hace por mar.

La instalación de minas submarinas podrían frenar el avance chino sobre Taiwán
La instalación de minas submarinas podrían frenar el avance chino sobre TaiwánLa RazónLa Razón

La segunda derivada de esta estrategia es que Estados Unidos podría competir con China por el control del mar de una manera más efectiva. Según Duenow, la Armada estadounidense tendría opciones de aprovechar la falta de experiencia de su rival en combates navales de alto nivel.

Li Jie, un analista naval instalado en Pekín, asegura en declaraciones al periódico South China Morning Post, que China ya tiene planes para evitar que otros países envíen submarinos para minar la costa.

Otros expertos recuerdan que Pekín se está convirtiendo en una potencia armamentística con un programa avanzado para el desarrollo de armas hipersónicas. Se considera que en un futuro no muy lejano también se pondrá a la altura de Estados Unidos en armamento nuclear. Pekín, además, supera en número de barcos de guerra a la Armada estadounidense, si bien a nivel cualitativo aún está muy lejos de la potencia de Estados Unidos, que cuenta con once portaaviones por solo tres de China. Precisamente hace tres semanas botó el tercer portaaviones, el Fujian, que no entrará en servicio hasta dentro de dos o tres años.

Pekín ha incrementado sus capacidades militares para intimidar una y otra vez a Taiwán ante un escenario de conflicto armado. Para el experto Jonathan Sullivan, director del Programa Chino en la Universidad de Nottingham, aún “no hemos llegado a este punto” pre bélico. “Es probable que Pekín ataque si Taiwán declara su independencia, pero Taipei lo sabe y no lo hará. La isla, que cuenta cada vez más con un apoyo más fuerte de Estados Unidos, quiere mantener la independencia de la que goza de forma indefinida”.

Mapa con el Mar Amarillo junto a la costa china
Mapa con el Mar Amarillo junto a la costa chinaLa RazónLa Razón

¿Qué hará China ante un panorama de estancamiento? Sullivan cree que la decisión no será nada fácil para las autoridades comunistas, ya que “una guerra por Taiwán probablemente involucraría a Estados Unidos y sería muy desestabilizadora para la economía china”. Dicho lo cual, el profesor recuerda que Pekín ha establecido 2049 -justo cuando se cumplen 100 años de la República Popular China- como fecha límite para lograr el “gran rejuvenecimiento de la nación china”, lo que incluye la “reunificación de la patria” anexando Taiwán.

El Índice Global Firepower de 2021, en su clasificación de los ejércitos más poderosos del mundo, revela que China dispone de 777 activos navales, incluyendo dos portaaviones, 79 submarinos, 50 destructores y 46 fragatas. En el lado contrario, Estados Unidos tiene 490 barcos y submarinos, incluyendo 90 destructores, 68 submarinos y once portaaviones. En cuanto a buques de guerra operativos, China tendría 360, según datos de la Oficina de Inteligencia Naval de EEUU, mientras que la flota de la Armada estadounidense es de 297 naves.

Lawrence C. Reardon, profesor de Ciencias Políticas de la University of New Hampshire, en EEUU, considera que “es obvio que China quiere anexar Taiwán pacíficamente, pero tiene que reconsiderar la opción militar ya que los japoneses, Estados Unidos y otros países en Asia y Europa aprendieron la lección de no hacer nada cuando Rusia ocupó Crimea”. Reardon recuerda que “Hong Kong fue absorbido por Pekín, que dio la espalda por completo a los acuerdos con Reino Unido”, y cree que “harán lo mismo con Taiwán, a menos que los aliados asiáticos y europeos demuestren que están dispuestos a imponer restricciones políticas y económicas similares y brindar apoyo militar sustancial para defender a Taiwán”.