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Guerra de Ucrania

El "rastro ruso" tras el asesinato de un diputado ucraniano

Tras el crimen del expresidente del parlamento de Ucrania, Andri Parubi, la policía ha señalado a los servicios especiales rusos

Soldados del Ejército ruso. AP

El presunto autor del asesinato del diputado ucraniano y expresidente del parlamento, Andri Parubi, ha sido identificado en Ucrania. Un hombre de 52 años fue detenido en la ciudad de Jmelnitski, a 240 km de la ciudad occidental de Leópolis, apenas 36 horas después de que disparara y matara a Parubi a plena luz del día. «Sabemos que este crimen no fue fortuito. Hay un claro rastro ruso. Todos rendirán cuentas ante la justicia», afirmó el lunes el jefe de la policía nacional de Ucrania, Ivan Vigivski.

Fuentes anónimas de los organismos de investigación ucranianos, citadas por medios locales, indican que el sospechoso ya ha confesado su responsabilidad en el asesinato del político, conocido por su destacado liderazgo durante las protestas del Euromaidán de 2014 que desencadenaron la huida del presidente prorruso Viktor Yanukovich tras un fallido intento de sofocar las manifestaciones.

Según estas fuentes, el hijo del sospechoso, un soldado del ejército ucraniano, desapareció en combate cerca de Bajmut. Desesperado, el hombre comenzó a buscar información sobre su hijo en fuentes rusas en línea, lo que lo llevó a contactar con los servicios especiales rusos. Estos, presuntamente, le proporcionaron una lista de políticos ucranianos señalados como culpables por iniciar la guerra y le habrían prometido información sobre el paradero del cuerpo de su hijo si asesinaba a una figura ucraniana destacada.

El sospechoso, que sabia donde vivía Parubi, inició entonces los preparativos para el asesinato, un proceso que duró un año. «Se preparó meticulosamente durante mucho tiempo: observó, planeó y, finalmente, apretó el gatillo», reveló Vigivski. Según el jefe de policía nacional, el asesino se disfrazó de mensajero y disparó ocho veces al político. Luego, intentó borrar sus huellas: se cambió de ropa, se deshizo del arma e intentó ocultarse en Jmelnitski.

Según las fuentes, el asesinato estaba inicialmente programado para el 23 de agosto, en vísperas del Día de la Independencia de Ucrania, pero tuvo que posponerse una semana. El sospechoso utilizó varios vehículos para seguir al político y escapar. Fue localizado por las cámaras de vigilancia.

Aunque no se han divulgado detalles, en Ucrania apenas hay dudas de que Rusia está detrás del crimen. Parubi, quien desempeñó un papel clave en la resistencia a la agresión rusa tras la anexión de Crimea y en la promoción de la integración de Ucrania en la UE y la OTAN, era demonizado en Rusia. Moscú lo incluyó en su «lista de sanciones» en 2018 y los medios rusos lo calificaron de «nazi» por su firme rechazo a cualquier influencia rusa en Ucrania. «Andri fue perseguido por Rusia durante años», subrayó en un comunicado el partido que representaba en el parlamento ucraniano, Solidaridad Europea, destacando que Parubi figuraba desde hace tiempo en la lista de figuras ucranianas que Rusia busca eliminar.

En 2014, Parubi ya había sobrevivido a un intento de asesinato, cuando le arrojaron una granada en la calle. Según la investigación, aquel ataque fue ordenado por un exfuncionario ucraniano que desertó a Rusia.

La exdiputada y oficial militar Tetiana Chornovol sostiene que el asesinato de Parubi fue obra de los servicios especiales rusos, debido a su papel como «símbolo de la resistencia armada del estado ucraniano frente a la agresión rusa».

El asesinato de Parubi se suma a una serie de ataques y homicidios contra figuras destacadas de Ucrania. En julio, el coronel del Servicio de Seguridad, Ivan Voronich, fue asesinado a tiros en Kiev. El año pasado, la controvertida política Irina Farion fue asesinada en Leópolis. Asimismo, Sergi Sternenko, un conocido bloguero que suministra miles de drones al ejército, sobrevivió a un intento de asesinato en mayo.

En la mayoría de estos casos, se ha señalado como responsable a Rusia, que actuaba a menudo a través de agentes reclutados en línea en Ucrania. El asesinato de Parubi, quien estaba en la oposición política al presidente Volodimir Zelenski, ha desatado un intenso debate sobre la necesidad de proteger a políticos y figuras culturales prominentes, ya que podrían convertirse en nuevos objetivos de Rusia.

Actualmente, solo los altos cargos políticos y las figuras involucradas en la defensa cuentan con protección estatal, dejando a muchas otras personas vulnerables ante lo que parecen ser asesinatos simbólicos de quienes Rusia considera sus enemigos con el fin de sembrar miedo y desconfianza.