Bienestar

Descubre la filosofía otoñal "friluftsliv" que viene de Escandinavia

La filosofía noruega que propone una receta simple contra el estrés moderno: conectar con la naturaleza sin que importe el mal tiempo para recuperar el bienestar físico y mental

Una enfermera española desmonta mitos sobre trabajar en Noruega: "No todo es perfecto"
Desde Noruega, llega una corriente que nos empuja a abrir la puerta y salir fuera sin importar el tiempo que haga: el friluftsliv.Pixabay

No es la primera vez que miramos al norte de Europa en busca de recetas para una vida más plena. Primero fue el hygge danés, aquel elogio de la comodidad casera, y luego el lagom sueco, que nos enseñó el valor de la moderación. Ahora, desde Noruega, llega una corriente que nos empuja a abrir la puerta y salir fuera sin importar el tiempo que haga: el friluftsliv, una filosofía de vida noruega que se traduce, literalmente, como «vida al aire libre».

Pero que nadie se lleve a engaño. Esta costumbre escandinava no tiene nada que ver con hazañas deportivas de alto nivel ni con equipamiento de última generación. Aquí no se trata de escalar montañas ni de correr maratones en la naturaleza, pues su esencia es mucho más sencilla y accesible. Consiste, simplemente, en integrar el exterior en el día a día, ya sea dando un paseo por el parque más cercano, disfrutando de un café en una terraza en invierno o leyendo un libro bajo un árbol.

En realidad, el friluftsliv es un estado mental, una forma de entender que el contacto con el entorno natural es una necesidad básica para el equilibrio físico y emocional. Poco importa si llueve, nieva o sopla el viento; la clave es desconectar del ajetreo digital para reconectar con algo mucho más fundamental. Se trata de una costumbre que se inculca desde la infancia en los colegios del país nórdico, donde los niños juegan fuera a diario sin excusas.

El arte noruego de reconectar con lo esencial

De hecho, los beneficios de adoptar este hábito están sobradamente documentados. La ciencia ha demostrado que pasar tiempo al aire libre de forma regular es un aliado contra el ajetreo diario, ya que mejora el estado de ánimo, reduce de forma notable los niveles de estrés y contribuye a fortalecer el sistema inmunitario. No se busca un esfuerzo puntual, sino la constancia de un gesto simple con un profundo impacto en la calidad de vida.

Por otro lado, esta filosofía noruega no es un fenómeno aislado, sino que dialoga con otras corrientes mundiales que buscan el bienestar en la simplicidad. Encuentra un claro eco en el concepto japonés del shinrin-yoku o «baño de bosque», que también defiende el poder curativo de sumergirse en la naturaleza. Todas ellas comparten un mismo origen intelectual: la necesidad de encontrar un contrapeso a la vida moderna, un propósito que ya en el siglo XIX fue acuñado por el dramaturgo Henrik Ibsen al dar nombre a esta práctica.