Alimentación

La 'gran mentira' de la carne falsa: un estudio releva sus efectos sobre la salud del corazón

Un estudio analiza las repercusiones para la salud cardiovascular de las dietas que contienen carne real y las que incluyen sustitutos alternativos

¿Son las alternativas a la carne realmente buenas para la salud?
¿Son las alternativas a la carne realmente buenas para la salud?Freepik

¿Las alternativas a la carne animal son realmente mejores para la salud o es un falso reclamo? En primer lugar, debemos saber que existen dos tipos de sustitutos de la carne que intentan simular la carne animal. Las que están hechas a base de plantas, las llamadas vegetales, y las que están hechas a partir de células madre de animales, que es lo que se conoce como carne cultivada. Esta última aún no se vende en el súper, sino que continúa siendo "carne de laboratorio". Sin embargo, desde hace años podemos ver en los estantes hamburguesas y filetes de "carne de origen vegetal", que en sus etiquetados se proclaman como alternativas más ecológicas y saludables.

Sin entrar en debates sobre su sostenibilidad, conviene conocer si, efectivamente, las carnes falsas tienen su beneficio para la salud humana en comparación con las carnes auténticas. Como el concepto de salud es muy amplio, la ciencia se ha interesado principalmente en revelar si son mejores para el corazón.

Esto es porque la carne roja, especialmente la procesada, sí se ha relacionado científicamente con un mayor riesgo de enfermedad del corazón. Investigaciones anteriores sugieren que el consumo excesivo se asocia con más probabilidades de sufrir un infarto o un ictus, además de con niveles más elevados de colesterol total y de colesterol 'malo' (LDL). Pero, ¿eso significa necesariamente que las carnes veganas o falsas sean mejores para la salud cardiaca?

Esa es la pregunta que responde una nueva investigación, publicada en The American Journal of Clinical Nutrition. Los científicos que la condujeron analizaron las dietas que contienen carne de verdad en comparación con las que utilizan alternativas cárnicas de origen vegetal, especialmente en términos de salud cardiovascular y riesgo de diabetes.

Efectos en la salud de los sustitutos vegetales de la carne

El nuevo estudio se centró en comparar los efectos de las dietas basadas en análogos cárnicos de origen vegetal (PBMA) y en carnes tradicionales de origen animal (ABM) sobre la salud cardiaca de los singapurenses con mayor riesgo de padecer diabetes de tipo 2. La pregunta principal era si la sustitución de la carne animal por PBMA mejoraría la salud del corazón y reduciría el riesgo de enfermedades crónicas.

El análisis duró 8 semanas y contó con 89 participantes. A la mitad se les pidió que comieran PBMAs, y la otra mitad comió carnes animales. Los investigadores analizaron los niveles de colesterol malo, azúcar en sangre y presión arterial, entre otros indicadores de salud.

¿El resultado? Los resultados no mostraron cambios significativos en los perfiles de colesterol de ninguna de las dos dietas, pero ambas se relacionaron con mejoras en algunos marcadores de azúcar en sangre. Así pues, no se observó ninguna ventaja clara de una dieta sobre la otra en la mejora de la salud cardiaca.

Sin embargo, en un grupo más pequeño que controlaba de cerca su glucemia, se vio como los que comían carne animal controlaban mejor sus niveles de azúcar en sangre. Además, también se observaron mejoras en la tensión arterial en el grupo de carne animal, pero no en el de PBMA.

Esto sugiere que los beneficios que a menudo se asocian con las dietas basadas en plantas podrían no aplicarse directamente a las PBMA, ya que difieren nutricionalmente de los alimentos vegetales enteros y su impacto en la salud del corazón es diferente.

Diferencias en el valor nutricional de la carne auténtica

La carne real y la carne falsa tienen distintos valores nutricionales. El análisis de nutrientes llevado a cabo por estos investigadores mostró que la dieta a base de carne animal aportaba más proteínas, mientras que las PBMA eran más ricas en sodio, potasio y calcio. Por tanto, el mejor control de la glucemia observado en el grupo de carne animal podría deberse a su menor ingesta de carbohidratos y su mayor ingesta de proteínas.

Aunque el estudio no analizó la absorción de proteínas, otras investigaciones sugieren que las proteínas de los PBMA podrían no absorberse tan fácilmente como las de las carnes animales, lo que afectaría de forma diferente a las respuestas de la insulina y las hormonas intestinales.

Aunque los PBMA se están convirtiendo en una opción proteica cada vez más popular, los resultados de este estudio no respaldan la idea de que estas dietas ofrezcan mejores beneficios para la salud cardiaca y metabólica que las dietas que incluyen carnes animales. Al parecer, la adición de PBMA a la dieta incluso podría modificar la ingesta nutricional de un modo que podría repercutir negativamente en el control de la glucemia.

Por qué las alternativas a la carne pueden no ser saludables

El trabajo sugiere que las ventajas para la salud típicamente asociadas a las dietas basadas en plantas no deberían aplicarse a los PBMA, dados sus diferentes perfiles nutricionales y efectos sobre la salud cardiaca y metabólica.

Estas conclusiones ofrecen a la industria alimentaria la oportunidad de invertir en la creación de nuevos PBMA que no se limiten a imitar el sabor y la textura de la carne, sino que también sean superiores desde el punto de vista nutricional.

Muchos nutricionistas consideran que las alternativas cárnicas de origen vegetal o 'vegetarianas' no dejan de ser alimentos procesados, como lo son las salchichas o el embutido y, por tanto, desaconsejan comerlos. Lo ideal es que las opciones de alimentos integrales sean la principal fuente de proteínas, tanto en las dietas basadas en plantas como en las omnívoras.

El desarrollo de una mayor comprensión de las alternativas de carne a base de plantas y su impacto en la salud debe ser explorado más a fondo, especialmente para aquellos con alto riesgo de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.