Bienestar
La técnica oriental practicada en España que reduce el riesgo de infarto y los síntomas de la depresión
Una experta de Harvard apunta que solo una sesión de "yoga caliente" a la semana puede proporcionar grandes beneficios para la depresión
La hipertensión sigue siendo el primer factor de riesgo a tener en cuenta para reducir el riesgo de padecer un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular (ictus). Cada año mueren 50.000 personas por infarto en España, mientras que el ictus afecta a 100.000 personas anualmente. Se calcula que al menos uno de cada cuatro españoles lo sufrirá al menos una vez en la vida. Los datos de salud mental tampoco son halagüeños: más de 2,1 millones de personas sufren algún cuadro de depresión y el 5% tiene diagnosticada ansiedad en España.
El ictus, los infartos y la depresión tienen algo en común: en las tres afecciones, la primera tarea es prevenir. Reducir o por lo menos tratar de controlar la hipertensión mediante hábitos de vida saludables es el primer consejo médico. La dieta y el ejercicio son las principales formas de contribuir a esta tarea. Pero, ahora, según los resultados de dos nuevas investigaciones, habría uno más a tener en cuenta. Se trata de la práctica del yoga, una disciplina que no suele aparecer entre las recomendaciones más citadas, pero que quizá debería.
El yoga es una técnica de meditación y movimientos físicos de origen oriental que emplean millones de personas en todo el mundo. Una buena parte de las investigaciones científicas señalan que el yoga puede mejorar significativamente la salud general y, en concreto, la salud mental y del corazón. Por otra parte, algunos escépticos encajan el yoga como una "pseudoterapia" sin beneficios probados.
Para probar los beneficios para la salud del yoga de forma científica, dos equipos de investigadores realizaron los estudios que se refieren a continuación. Por un lado, un estudio publicado la revista científica Canadian Journal of Cardiology reclutó a 60 personas con hipertensión arterial. En dos grupos, algunas realizaron 30 minutos de ejercicio aeróbico y otras añadieron además 15 minutos de yoga, cinco veces por semana durante 3 meses.
Descubrieron que ambos grupos redujeron la tensión. Pero, además, el grupo que practicó yoga obtuvo una reducción superior de la tensión arterial sistólica de hasta 10 mmHg respecto a los 4 mmHg del grupo de estiramientos. Así mismo, la práctica de yoga también se asoció con una menor frecuencia cardíaca en reposo, y un menor riesgo cardiovascular a los 10 años.
La experta de Harvard que prescribe yoga "hot" contra la depresión
Por otro lado, en un nuevo ensayo clínico en el que participaron 80 adultos con depresión de moderada a grave, los que participaron en sesiones de yoga con calor experimentaron reducciones significativamente mayores de los síntomas depresivos en comparación con un grupo de control.
Los resultados del ensayo, dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), y publicado en el Journal of Clinical Psychiatry, indican que un tipo de yoga podría ser una opción de tratamiento viable para los pacientes con depresión. En concreto, se trata de una forma de yoga llamada "yoga caliente" como ejercicio realizado en condiciones de calor y humedad.
En el ensayo, de ocho semanas de duración, se distribuyó aleatoriamente a 80 participantes en dos grupos. Uno de ellos recibió sesiones de 90 minutos de Bikram yoga practicado en una sala de 105°F. A estos les prescribieron al menos dos clases de yoga a la semana.
Una ves terminado el experimento, los investigadores observaron que el 59,3% de los participantes en el grupo de yoga experimentaron una disminución de los síntomas de depresión del 50% o más, frente al 6,3% de los participantes que no lo realizaron. Además, el 44% de los participantes en el grupo de yoga alcanzaron puntuaciones tan bajas que su depresión se consideró en remisión.
Los síntomas depresivos se redujeron incluso en los participantes que recibieron sólo la mitad de la "dosis" de yoga prescrita. "El yoga y las intervenciones basadas en el calor podrían cambiar el curso del tratamiento de los pacientes con depresión al proporcionar un enfoque no basado en la medicación con beneficios físicos adicionales", apunta la autora principal Maren Nyer, que trabaja en el equipo de Investigación de la Depresión en el Hospital General de Massachusetts y es profesora asistente de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard.
"Actualmente estamos desarrollando nuevos estudios con el objetivo de determinar las contribuciones específicas de cada elemento (el calor y el yoga) a los efectos clínicos que hemos observado en la depresión", concluye.
"Se necesita investigación futura para comparar el yoga con calor con el yoga sin calor para la depresión, con el fin de explorar si el calor tiene beneficios además del yoga, especialmente dada la prometedora evidencia de la hipertermia corporal como tratamiento para el trastorno depresivo mayor", dice el autor principal David Mischoulon, MD, PhD, Director del Programa Clínico y de Investigación de la Depresión en el Hospital General de Massachusetts.
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