La opinión de Antonio Pelayo

La misión de paz sigue adelante

Frente a los que han pensado- y escrito- que la visita del Cardenal Zuppi a Pekín no ha tenido éxito, la realidad es que ha concluido de forma positiva

Volodimir Zelenski recibe en Kyiv al enviado del Vaticano, el cardenal Matteo Zuppi
Volodimir Zelenski recibiendo en Kiev al enviado del Vaticano, el cardenal Matteo Zuppi el pasado junioUkraine President's Office HANDOAgencia EFE

Se equivocan los que han pensado- y escrito- que la "misión de paz" encomendada por el Papa al Cardenal Zuppi no ha tenido éxito. El purpurado experto en negociaciones de paz ha regresado a Roma después de haber permanecido en Pekín tres días. Algunos colegas se precipitaron al anunciar que lo recibiría el primer Ministro Li Quiang, hipótesis muy poco probable cuando la Santa Sede y la República Popular China no tienen, desde 1951, relaciones diplomáticas.

Zuppi fue recibido por Li Hui el diplomático encargado por el presidente Xi Jinping de explorar las posibilidades de sentar a la mesa de la negociación a Ucrania y la Federación Rusa para poner fin a la guerra o, al menos consentir algunos gestos humanitarios como el intercambio de prisioneros y el regreso a sus casas de miles de niños ucranianos llevados a la fuerza a Rusia. El comunicado vaticano sobre la visita del cardenal a la capital china destaca la "necesidad de unir los esfuerzos para favorecer el diálogo y encontrar caminos que conduzcan a la paz". Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Nao Ning, aseguró que "China está siempre comprometida a colaborar con todas las partes".

Sorprendentemente, el Ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, afirmó que el Cardenal Zuppi volverá a visitar Rusia donde será de nuevo recibido en el Kremlin, esta vez se supone que a un nivel superior al de su primera estancia, donde tuvo como interlocutores sólo a dos funcionarios. El hábil diplomático, tan cercano a Putin, reafirmó que "estamos dispuestos a reunirnos con todos, a hablar con todos; el enviado vaticano planea visitarnos nuevamente". Un primer ciclo, pues, de esta "misión de paz" de la Santa Sede (que nunca ha hablado de mediación) ha concluido de forma positiva. Hay que esperar ahora la reacción de Kiev, que ha acusado al Papa de ser "pro ruso" y, por lo tanto, poco creíble en sus intentos pacificadores como se atrevió a afirmar uno de los consejeros más próximos al presidente Zelenski.