Salud

Sanidad prevé llevar al Consejo de Ministros este martes la ley que prohíbe fumar en las terrazas

Ampliará las zonas sin humo y equiparará el tabaco convencional a los cigarrillos electrónicos

Gente fumando tabaco en terrazas de bares y restaurantes.
Gente fumando tabaco en terrazas de bares y restaurantes. © Jesús G. Feria.La Razón

El Ministerio de Sanidad tiene previsto llevar el próximo martes al Consejo de Ministros la ley con la que ampliará las zonas sin humo y equiparará el tabaco convencional a los cigarrillos electrónicos, entre otras medidas, a la que seguirá, antes de fin de año, la que prohíbe los sabores y aromatizantes en vapeadores.

Según ha podido saber EFE este jueves, el texto de la ley antitabaco, ya cerrado, se someterá así a la primera vuelta del Consejo de Ministros la próxima semana, antes de someterlo a consulta pública para recabar la opinión de las partes interesadas; de ahí pasará nuevamente por el Consejo de Ministros para que pueda iniciar su andadura parlamentaria en el Congreso.

Con esta ley, Sanidad quiere equiparar la legislación contra el tabaco a los nuevos productos derivados y ampliar las zonas en las que no se podrá fumar ni vapear a otros espacios, como terrazas de hostelería, piscinas o recintos de parques infantiles, entre otros.

Aunque no será la única normativa que Sanidad tiene previsto emprender próximamente contra el tabaco, ya que, antes de que acabe el año, aspira a haber concluido la tramitación del real decreto sobre productos del tabaco que limita el uso de aromatizantes en los cigarrillos electrónicos, con y sin nicotina, a solo aromas de tabaco, para evitar que los sabores artificiales resulten atractivos para los jóvenes.

"Esperamos que vaya al Consejo de Ministros antes de fin de año", ha señalado el director general de Salud Pública, Pedro Gullón, en la jornada de hoy de la XLIII Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología y XX Congresso da Associação Portuguesa de Epidemiologia (APE), que ha estado centrada en buena parte en el tabaquismo.

La reducción de daños, "secuestrada" por la industria

Durante la mesa plenaria 'Reducción de daños en tabaquismo: ¿esperanza, espejismo o amenaza?', expertos en tabaquismo han denunciado las maniobras de la industria tabaquera para vender como más saludables productos derivados como los cigarrillos electrónicos, aunque han reconocido la controversia que suscita su supuesta utilidad para ayudar a dejarlo a quienes no pueden o no quieren.

El secretario de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, Esteve Fernández, y el investigador científico del Centro Nacional de Epidemiología en el Instituto de Salud Carlos III, Iñaki Galán, han debatido sobre el concepto de reducción de daños y su apropiación por parte de la industria.

Se trata de un concepto de salud pública que se refiere a las estrategias encaminadas a disminuir los daños reales para quienes no pueden o no quieren dejar de fumar de manera inmediata, ya sea con terapias sustitutivas, cigarrillos electrónicos, tabaco calentado o bolsitas de nicotina o snus.

Ambos han coincidido en que la industria "ha secuestrado el lenguaje" y están utilizando este concepto como una estrategia de "lavado de cara" para hacer pasar como más modernos y saludables los nuevos productos derivados del tabaco, ha lamentado Fernández.

Sin embargo, ha recalcado, la reducción de daños "no es la mejor estrategia contra el tabaquismo", porque mantiene la dependencia al seguir proporcionando nicotina, son además la puerta de entrada al consumo de tabaco convencional para jóvenes y adultos e incrementan la adicción al fomentar la figura del fumador dual.

Mientras, el epidemiólogo del ISCIII ha insistido en que la reducción de daños es un asunto "muy polarizado", pero ha apuntado, insistiendo en que no son ni mucho menos inocuos, que no existe la evidencia suficiente para afirmar que son puerta de entrada al tabaco y que incluso existen datos que sugieren un desplazamiento del consumo de cigarrillos convencionales.

De modo que, según Galán, "pueden favorecer la cesación", lo cual no quiere decir, ni mucho menos, que sean inocuos, informa Efe.