Andrii, el soldado de Azov, que lleva dos años prisionero en Rusia: "Le encantaba la historia, probablemente entendió mejor el nivel de amenaza rusa y quiso detenerlo”
Natalia, de 54 años, relata a LA RAZÓN la agonía de la ausencia de su hijo de 29 años y recuerda su último mensaje antes de rendirse en Mariupol: "Nos dijo que todo estaría bien, pero no se le veía seguro"