El programa del abuelo y el niño
Wilbur, el payaso acróbata del 'Grand Prix': "A mí me amas o me odias"
"Ahora en mi pueblo no puedo salir a la calle porque me comen los niños", dice en una entrevista concedida a RTVE
"Ahora en mi pueblo no puedo salir a la calle porque me comen los niños", dice Wilbur, en una entrevista concedida a RTVE, sobre la repentina que ha adquirido con el 'Grand Prix' del verano. En tan sólo tres programas, este gimnasta ha logrado conectar con los espectadores y es ya uno de los personajes más queridos de la televisión estival. "Yo lo veía de pequeño y estoy muy contento de que la gente me envíe vídeos imitándome".
Pero, ¿cómo es Wilbur en realidad? Víctor Ortiz de la Torre, el hombre detrás del personaje, lo describe así: "Jovial, un tanto excéntrico y con un grado de intensidad alto", asegura este.
Excéntrico e intenso, una manera de ser que recuerda al que fue durante años el rey de la comedia en Hollywood. "Mi referente absoluto es Jim Carrey. ¡Me sentí súper identificado con lo que yo quería hacer! Siempre me ha gustado ese humor tan excéntrico, tan corporal, tan extremo. ¡A mí, o me amas, o me odias, no hay punto medio!", cuenta y recuerda que cuando era niño una película le marcó especialmente. "Es 'Ace Ventura', que la vi hasta romper el vídeo. ¡Recuerdo que a mi madre le ponía súper nerviosa!".
Volviendo a su infancia. Tenía tan sólo dos años cuando entró en contacto con la gimnasia. Fue casi por casualidad, cuando fue con su madre a recoger a su hermano mayor al club que había en Alicante. Se fijaron en él cuando estaba revoloteando por las escaleras. "Me dijeron 'venga para acá, que queremos hacerle una prueba al chimpancé, ese que está escaleras arriba, escaleras abajo'. Me hicieron unas pruebas, me aceptaron y me incluyeron ya en el club". El resto es historia: emprendió su andadura en competiciones locales, luego en campeonatos provinciales y autonómicos y, finalmente, en certámenes nacionales. Su carrera en la gimnasia artística duró desde los 6 hasta los 23 años.
Tras abandonar la competición deportiva, su vida pegó un giro y fue gracias al encuentro con José Ignacio. El cómico estaba tan fascinado por el talento de Víctor que le invitó a acompañarle a uno de sus espectáculos. "A partir de entonces empecé a montar una compañía de teatro y empecé a dedicarme a hacer el payaso, aunque realmente ya lo era. Desde pequeño siempre he sido muy payaso. Fui muy tonto, incluso antes de la gimnasta, aunque no sabía que uno se podía dedicar a ello". Así nació su alter ego, Wilbur, y el destino le tenía preparada otra sorpresa.
El Circo del Sol se fijó en sus habilidades y le ofrecieron un contrato. Fue en Saltimbanco, escrito y dirigido por Franco Dragone. Fue una etapa muy corta, pero le incitó a montar su propia compañía The Clown. "No quería volver a ser acróbata en el Circo del Sol, sino que prefería ser payaso en mi Circo del Sol”. Ya en solitario ha producido varios espectáculos que le han llevado a actuar en grandes ciudades como Madrid y recibir el premio del público por su apuesta escénica en el Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid.
Tras una larga carrera profesional en los escenarios, pega el salto a la televisión con el 'Grand Prix', un trampolín que le ha brindado una gratificante experiencia. "Me gusta muchísimo lo que es trabajar en directo", dice. Su fama crece semana a semana, tanto que el nombre de Wilbur es de los más buscados cada lunes por la noche en Google.
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