Egos revueltos en la cocina
La mayoría de los cocineros aspiran a ser tocados con la varita mágica de la Guía Michelin. Una, dos, no digamos tres estrellas, es siempre un honor y una responsabilidad, pero que no todos saben soportar
La mayoría de los cocineros aspiran a ser tocados con la varita mágica de la Guía Michelin. Una, dos, no digamos tres estrellas, es siempre un honor y una responsabilidad, pero que no todos saben soportar