Solidaridad

Cáritas incrementa un 25% la atención en Castilla y León por la pandemia

“Estamos viviendo una situación muy dura que requiere toda nuestra atención, trabajo e imaginación”, asegura el obispo de Zamora

El obispo de Zamora, Fernando Valera y el delegado director de Cáritas de Zamora, Antonio Jesús Martín en la presentación de la Campaña de Navidad y datos sobre personas atendidas por Cáritas Diocesana de Zamora
El obispo de Zamora, Fernando Valera y el delegado director de Cáritas de Zamora, Antonio Jesús Martín en la presentación de la Campaña de Navidad y datos sobre personas atendidas por Cáritas Diocesana de ZamoraJ.L. Leal/Ical

Las once delegaciones de Cáritas Diocesana en Castilla y León han atendido durante este año a unas 170.000 personas, entre un 25 y un 30 por ciento más que el año anterior en una anualidad que ha estado marcada por la pandemia del coronavirus.

Casi un tercio de los beneficiarios eran personas que nunca habían recurrido anteriormente a la organización social eclesiástica, afirmó, en Zamora, el presidente de Cáritas en Castilla y León, Antonio Jesús Martín de Lera, durante una comparecencia ante los medios de comuniación.

Asimismo, añadió que “eso demuestra que la situación es difícil” y por ese motivo la organización eclesiástica ha querido “estar cerca de las personas que sufren” en los momentos actuales. La pandemia ha hecho que Cáritas haya tenido que adaptarse para atender las necesidades especiales derivadas del confinamiento y acoger a las personas sin hogar.

Para ello, en las distintas diócesis de la comunidad autónoma se han habilitado como centros de acogida seminarios y casas de religiosos, y en el caso de Zamora el próximo 14 de enero se abrirá una nueva casa de acogida en el casco antiguo de la ciudad.

El presidente de Cáritas en Castilla y León señaló que la pandemia requiere una mayor creatividad y compromiso de esta organización. También recordó además que Cáritas no ha cerrado “ni un día sus puertas” para hacer frente a “las necesidades de las personas que en los momentos más duros de la pandemia quedaron desasistidas”, aunque la apertura se produjo siempre con medidas sanitarias y sin personas mayores como voluntarios para evitar riesgos.

Martín de Lera aseguró que la Covid-19 ha visibilizado adicciones que estaban escondidas, por lo que se ha producido un repunte en este tipo de casos. Junto al aumento de la pobreza y de las adicciones, esta organización humanitaria de la Iglesia ha detectado mayor incertidumbre entre la población, mayor soledad y pérdida del sentido vital de algunas personas atendidas, además de la pérdida de vidas humanas que también ha afectado a residencias de mayores de Cáritas.

Por su parte, el obispo de Zamora, Fernando Valera, afirmó que, desde el inicio de la pandemia de coronavirus, “estamos viviendo una situación muy difícil, muy dura, que requiere toda nuestra atención, trabajo e imaginación para poder responder” y destacó la tarea desarrollada por Cáritas Diocesana, que ha recibido un 30 por ciento más de solicitudes de ayuda.

“Necesitamos la ayuda de toda la sociedad y la Iglesia de Zamora. Mucha gente recibe ayudas a través de Cáritas. Cáritas es el rostro cercano de Dios, que se acerca al pobre. La Iglesia, que se hace una con los sufrimientos de nuestra gente”, subrayó.

Monseñor Valera Sánchez hizo estas declaraciones durante la presentación de la campaña ‘Esta Navidad, más cerca que nunca’ y la exposición de los datos sobre personas atendidas por Cáritas Diocesana de Zamora.

Además, consideró que es “un momento importante” para que los medios “vayan creando un horizonte de esperanza e ilusión en medio de nuestra sociedad” y declaró: “Si todo pide distancia, nosotros tenemos que escuchar el mensaje de estar cerca de los demás. El amor a Dios se hace realidad en el amor al hombre. La experiencia de Dios, que tiene que ser profunda en nuestro mundo, tiene que traducirse en una experiencia honda de acercamiento desde el rostro e Dios a los demás, especialmente a los pobres y a los vulnerables”.

En este contexto, Fernando Varela destacó la “gran labor” desarrollada por Cáritas Diocesana de Zamora. “Para mí, está siendo una aventura sorprendente acercarme a distintas realidades de Cáritas. Haber pasado toda la tarde de Nochebuena en el de rehabilitación de alcohólicos, el centro de acogida a transeúntes y la residencia de sacerdotes”, explicó.

“Escuchar, estar atento, estar cerca, escuchar las historias de los que nuestro mundo y diócesis, a veces pueden tener la única salida la calle, ver sus heridas y su situación. Para mí fue muy sorprendente y todo eso lo llevé a la misa de Nochebuena. En el altar esta esa gente, esos rostros y esas miradas”, concluyó.