Alimentación y vivienda, motores de la recuperación económica en 2021

En marzo de 2020 el mundo se paralizó. Las fábricas cerraron, las tiendas bajaron sus persianas, los trabajadores se metieron en sus casas para, en el mejor de los casos, teletrabajar. En el peor, acogerse a un ERTE o incluso enfrentarse al paro. La pandemia sumió al país y al planeta en una parálisis profunda de la que algunos sectores salieron con rapidez pero que otros están sufriendo por más tiempo.

Desde la Cámara de Comercio de Valencia se viene insistiendo desde hace meses en que será la actividad exportadora la que salve, una vez más, a la Comunitat Valenciana. Por ello, en el informe realizado esta organización, en colaboración con CaixaBank, se analizan cuáles fueron las actividades que lastraron más la economía valenciana en 2020 y cuáles, sin embargo, tirarán del carro en 2021 para actuar como motor de una ansiada recuperación.

En el primero de los casos, el informe destaca el retroceso de hasta el 40 por ciento durante el mes de abril y del 30 en mayo que sufrió el comercio de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, subraya que a partir del mes de junio, una vez se fue retomando la actividad productiva, la caída de las ventas en el exterior fue cada vez menor.

Sin embargo, la pandemia ha acentuado la crisis en la que se hallaba inmerso el sector del automóvil a nivel mundial, como consecuencia, sobre todo, de la acelerada transformación hacia los motores eléctricos. Por ello, señala el informe, las empresas de este sector ubicadas en la Comunitat Valenciana -lideradas por la multinacional Ford, en Almussafes- han sufrido una notable caída de las ventas.

Asimismo, las ventas al exterior de petróleo refinado -por la multinacional BP ubicada en Castellón- han sufrido la caída del precio y del volumen de ventas a nivel global.

Pero no todo fueron malas noticias en 2020. La demanda de productos agroalimentarios experimentó un notable aumento, especialmente la procedente de Europa, a la cual se suma la demanda de productos intermedios, como resultado de los cambios en los flujos de comercio y las cadenas de valor internacional.

Precisamente este, el de la agroalimentación, será uno de los motores de recuperación para la economía valenciana en 2021. Según el informe de Cámara Valencia y CaixaBank, los sectores exportadores valencianos con mayor dinamismo éste año serán el agroalimentario, el de material de construcción, los bienes de equipo, el textil, el hábitat y, en menor medida, otro material de transporte.

El caso de la alimentación

La pandemia reveló la fortaleza de este sector. Las exportaciones de productos agroalimentarios supusieron el 16 por ciento del total de exportaciones valencianas en 2019, peso que se incrementó hasta el 20 por ciento en los diez primeros meses de 2020 al ser uno de los sectores que mejor se comportó a lo largo del año, con un incremento del 10,6 por ciento respecto al mismo período del año anterior.

En el período de confinamiento del inicio de la pandemia, la población elevó su gasto en alimentación, como producto esencial, y varió sus preferencias hacia un consumo de productos más sanos (frutas y hortalizas, sobre todo frescas, zumos) y aquellos con posibilidad de almacenamiento (conservas, preparados alimenticios, arroz, aceite de oliva).

Otros alimentos cuyas exportaciones experimentaron un notable dinamismo fueron las algarrobas, la carne de bovino y lácteos.