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Lluís Pasqual presenta en Madrid su 'Gran ilusión': Eduardo de Filippo

Con el artista napolitano como eje de todo, el director llega a Canal con el elenco argentino del Teatro San Martín: "Aquí no se habla en español, sino en italiano con palabras en castellano", advierte
Lluís Pasqual presenta en Madrid su 'Gran ilusión': Eduardo de Filippo
'La gran ilusión' estará en la Sala Verde del Canal durante siete díasCarlos Furman
Julián Herrero

Madrid Creada:

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Hace ya más de 40 años que Lluís Pasqual montó 'Luces de bohemia'. Tenía 43 actores a su cargo: «Otra época», suspira. Pero lo que proponía en 1984 era «hablar de un pasado reciente», explica: «Valle nos decía "venimos de esta caspa y estas son nuestras raíces"».  
Por el contrario, tuvo una sensación muy diferente cuando hace solo unas semanas fue a ver la nueva versión de Eduardo Vasco en el Teatro Español: «Pensé que se había escrito la tarde anterior. Era la misma obra, pero sonaba distinta». Y es ese diferente eco de las palabras lo que ahora propone Pasqual en el Canal con su adaptación de 'La gran magia', de Eduardo de Filippo, un texto de 1948 en el que el ser humano se pregunta cómo posicionarse ante el futuro. «Es increíble cómo nos sigue resonando ante circunstancias distintas y nos pone en un conflicto existencial», interrumpe a su lado uno de los actores del reparto, Pablo Mariuzzi.
"La vida es un juego, y este juego tiene que ser alimentado por la ilusión"
'La gran ilusión', como se llama este montaje, es uno de esos proyectos que acompañan a Pasqual en los últimos años. Lo estrenó en Barcelona en 2016; lo retomó tres años después en Nápoles, patria de Eduardo de Filippo y donde precisamente conoció al maestro italiano; y lo ha recuperado de nuevo en Argentina con el Teatro San Martín, desde donde llega ahora a Madrid.
«Está todo [del texto de Filippo]», advierte Pasqual de una función a la que, sin embargo, ha querido añadir un extra: el prólogo sacado de 'Señor y gentilhombre', también del dramaturgo, actor y director napolitano. «Es la escena más divertida de la historia del teatro europeo», justifica el director sobre ese aperitivo para «suavizar la solemnidad», dice, de grandes nombres como el San Martín, Canal o De Filippo, enumera.
De este modo regresa Pasqual a la capital dejando claro que el elenco con el que llega no habla en español, sino «en italiano con palabras en castellano». Asegura el director y también traductor de De Filippo que para hacer a este autor en tierras argentinas hay que dar de lado al «castellano normativo de Valladolid» y apostar por «la musicalidad y el perfume napolitano».

Retrogusto amargo

La acción comienza con un grupo de actores ensayando una obra en la habitación de un hotel, y de ahí salta a otro hotel de la década de los 50. Es en este lugar donde un mago (Marcelo Subiotto) hace desaparecer a una mujer (Patricia Echegoyen), aunque en realidad es un truco para que ella se escape con su amante. El marido (Mariuzzi) reclamará la vuelta de su señora, pero será manipulado para enfrentarse a la infidelidad de su mujer de un modo diferente al que tenía en la cabeza. Reflexiona el director: «En un momento en el que se están difuminando los límites de la verdad y la mentira... ¿Tenemos derecho a juzgar a alguien que se refugia en una ilusión que concede un soplo de esperanza a su propia vida?».
Una artimaña parecida fue la que llevó a cabo Pasqual para cambiar el Lorca que le pidieron desde el San Martín por este De Filippo: «Quizá es paternalista viéndolo desde fuera, pero pensé que una tragedia no era lo adecuado. Creí que les hacía falta reírse. Se puede contar lo mismo de una manera u otra y me vino Eduardo de Filippo para refugiarse en una ilusión y huir de una realidad agresiva», explica el director de una pieza que define como una «bebida antigua», como una copa de Fernet Branca: «Ese sabor dulce, pero con un retrogusto amargo. Como una peladilla, dulce por fuera y amarga cuando rompes la almendra».
Así, Pasqual se ha ceñido a los propósitos de De Filippo: «Que la vida es un juego, y este juego tiene que ser alimentado por la ilusión, la cual tiene que sustentarse en la fe. Y he querido también decir que cualquier destino está atado al hilo de otros destinos en un juego eterno: un gran juego del cual no nos es dado entrever más que detalles irrelevantes».

ARGENTINA: ANTE LAS CRISIS, MÁS TEATRO

Se habla mucho a este lado del Atlántico de cómo es la situación en la Argentina de Milei, pero al preguntar a los actores llegados del San Martín de Buenos Aires uno se da cuenta que han interiorizado vivir en el alambre. "Somos una sociedad acostumbrada al borde del abismo", asiente Marcelo Subiotto. Explica el actor que tiene comprobado cómo cada doce años aproximadamente "estamos en una situación complicada". Para él, estar en una situación en la que "no se puede perder nada más" es perfecta para "hacer lo que queramos": "En estas crisis la creatividad explota con una vitalidad enorme. En Buenos Aires las actividades artísticas responden al momento con espectáculos y con miradas diferentes. Y la gente llena los teatros por una necesidad vital, no por simple entretenimiento". A su lado, Pasqual se sorprende de la experiencia argentina: "No tendrán para llenar el carro en el supermercado, pero no se han quitado del teatro".

  • Dónde: Teatros del Canal, Madrid. Cuándo: del 15 al 23 de febrero. Cuánto: desde 9 euros.