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Entrevista

Viva Suecia: «Ha sido el año más importante de nuestra carrera»

Con un especial de «El amor de la clase que sea» ponen el broche al álbum que les ha consolidado en la música nacional

Viva Suecia
Viva SueciaADNADN

Robe: Viva Suecia le propone una colaboración. Rafa Val (voz), Fernando Campillo (batería), Jess Fabric (bajo) y Alberto Cantúa (guitarra) se proclaman grandes admiradores y seguidores de su música, y aprovechan una entrevista con este diario para decirle: «¿Hacemos un tema, o qué?». Los componentes de Viva Suecia son melómanos declarados, y con gusto expresan qué les apasiona del trabajo del líder de Extremoduro . «Para cualquier artista que haga música del tipo que sea en este país, tiene que pararse a mirar lo que hace Robe. Es increíble cómo mantiene ese talento, ese nivel de creatividad y pureza, es de locos», confiesa Val, y Fabric destaca «la evolución que hace de sí mismo. No tengo la sensación de que él haya avanzado acorde a influencias, sino que no tiene nada que ver con su exterior. Es él, trabajando sobre sus creaciones y mejorándolas».

"Para cualquier artista que haga música del tipo que sea en este país, tiene que pararse a mirar lo que hace Robe"

Viva Suecia

Escuchan de todo. Incluso tienen un chat solo para enviarse la música que les va sorprendiendo. Así descubren nuevos estilos y se empapan de ellos, para después valorar si pueden formar parte de sus propios proyectos. Viva Suecia viene de un año de éxito. Sin dudarlo tildan 2023 «como el más importante de nuestra carrera e, incluso, de nuestra vida». Lanzaron «El amor de la clase que sea» en 2022, y además de alzarse con miles de escuchas, durante estos últimos meses han arrasado en su gira por España (más de 40.000 entradas vendidas). «Este álbum ha sido el colofón de lo que hemos estado construyendo estos 10 años. Ha sido la liberación total, como personas y como artistas», apunta Cantúa. Y de alguna manera quieren redondear el proyecto, «ponerle el gran broche». Tienen en el horizonte una fecha en Sant Jordi Club de marzo (el 9 de febrero) y otra en el Wizink Center de Madrid (2 de marzo). Mientras tanto, revitalizan el disco de sus vidas, a través de una edición especial: han renovado algunas de las canciones con más acogida, a través de colaboraciones en las que han fusionado estilos ajenos.

Lanzan «Hablar de nada» junto a Valeria Castro, o «Gracias» con Rozalén y Las Migas. «Son temas que no salieron como singles en su día, y que se han hecho muy grandes. Nos vamos a sitios desconocidos para nosotros, y a veces a las antípodas de nuestro estilo. La premisa era que ninguna de las versiones fuera inferior a las originales», apunta Val. El resultado, para el músico, «es que hemos conseguido el objetivo, nos hemos demostrado que somos capaces de ponerle distintos trajes a lo que se supone que es Viva Suecia».

Un acto de catarsis

A más repercusión, confiesan que mayor vértigo. Tienen más nervios que nunca, «porque sentimos que tenemos más responsabilidad en los conciertos», apunta Fabric. Cantúa dice que desde que salió la fecha del Wizink esta cita le quita el sueño: «Se sufre un poco. Quieres que todo salga a la perfección, y no solo técnicamente, sino que tú también lo disfrutes. Es muy difícil, porque en un concierto entran en juego muchas cosas. Tienes en cuenta hasta a la persona que hay en el fondo del público, quieres que sienta lo mismo que tú». Una sensación que Val, sin embargo, incluso disfruta, pues define el directo como «un acto de catarsis total, es terriblemente maravilloso».

Sí son conscientes que el próximo 2 de marzo será la primera vez que 15.000 personas vayan a la vez a un concierto exclusivamente de Viva Suecia. «Son personas que han comprado una entrada, o que lo han regalado, que han reservado hoteles, o que hacen ese plan como el más importante de sus trimestres. Eso te pasa todos los días por la cabeza. Pero no solo porque sea el Wizink, sino también en una sala de 100 personas. Lo siguiente será el Santiago Bernabéu, y ya dejaremos de dormir durante ocho meses», bromea Cantúa. Se sienten, después de 10 años, inseguros, algo que valoran con optimismo, pues «llegar a la meta sería aburridísimo», zanja Val.

El «feedback» con el público

La realidad de Viva Suecia ha dado un cambio de 360 grados en los últimos tres años. Antes de la pandemia quizá veían la música de una forma más ociosa, pero ahora «lo vivimos todo de manera mucho más profesional», confiesa Fabric. Y eso también lo perciben en el directo. Son un grupo de escenario y espectáculos, en sus conciertos nunca falta la sincronía y el «feedback» con el público. Asimismo, valoran todo el trabajo que hay detrás de un solo show: «Eres la cara del proyecto, pero todo el mundo lo vive con tensión y emoción. La gente se queja a veces, en redes sociales sobre todo, de los precios. Es pegar el palo por pegarlo. Hemos visto actitudes con artistas que han sacado entradas caras, pero es que poner en marcha un aforo, y el resto de aspectos que requiere, y es un trabajo de mucho tiempo. Una inversión emocional y económica. Pero tenemos que convivir con esas opiniones», apunta Cantúa.