
Clase baja
José Elías, cree que eres de clase baja si cumples con estas características
Un análisis viral en redes sociales pone sobre la mesa una incómoda realidad: lo que antes definía a la clase media, como tener piso y coche propios, se ha convertido en un privilegio casi exclusivo de la clase alta

Definir qué es ser de clase media en la España de hoy se ha convertido en el epicentro de un intenso y acalorado debate en las redes sociales. La cuestión, que lleva años sobrevolando las conversaciones cotidianas, parece haber cristalizado en una serie de requisitos que para una gran parte de la población resultan, como mínimo, desalentadores.
El listón se ha colocado en un punto que muchos consideran inalcanzable, avivando la discusión sobre la realidad económica y las aspiraciones de miles de ciudadanos.
De hecho, este nuevo retrato robot de la solvencia económica va mucho más allá de las grandes compras. Se fundamenta en la capacidad de adquirir una vivienda y un coche de manera independiente, pero se complementa con una serie de comodidades que antes se daban por sentadas. Entre ellas, la tranquilidad de afrontar el final de mes sin angustia, poder salir a cenar sin revisar la cuenta con nerviosismo y, además, permitirse un par de viajes al año para desconectar.
Cuando lo normal se convierte en un lujo
Asimismo, esta nueva y exigente vara de medir ha provocado un torbellino de reacciones que ponen de manifiesto una profunda brecha generacional y una gran transformación social. El conocido empresario José Elías explica en el podcast Búscate la vida que, lo que para generaciones anteriores era una meta razonable y alcanzable con un trabajo estable, hoy se percibe casi como un privilegio. Esta redefinición genera un efecto excluyente de enorme envergadura.
Por otro lado, la consecuencia directa de este nuevo estándar es una simplificación drástica de la estructura social. Según esta lógica, todo aquel que no logra cumplir con este catálogo de posesiones y capacidades económicas queda, por descarte, relegado a la categoría de clase baja. Se trata de una visión que, si bien puede ser sociológicamente discutible, refleja con una crudeza palmaria la percepción de una creciente precariedad y la dificultad para progresar que sienten muchos españoles. Ante esta sensación de inestabilidad, conocer una guía sencilla para empezar a ahorrar dinero puede suponer un primer paso para recuperar cierto control financiero.
En este sentido, la discusión trasciende lo puramente material para adentrarse en el terreno de la dignidad y las expectativas vitales. La idea de que la independencia económica y una vivienda en propiedad no son simples indicadores de estatus, sino pilares de la autorrealización personal y la autonomía individual, es el verdadero motor de este debate. Es la constatación de que un proyecto de vida antes considerado común se ha transformado para muchos en un auténtico artículo de lujo.
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