Investigación

La geolocalización del móvil, clave para resolver el caso de las niñas desaparecidas de Tenerife

Como ya ocurriera en los casos de José Bretón e incluso en los de Marta del Castillo y Diana Quer, el posicionamiento del teléfono puede ser decisivo en la investigación

Agentes de la Guardia Civil remolcan la embarcación de Tomás Gimeno, el padre de Anna y Olivia
Agentes de la Guardia Civil remolcan la embarcación de Tomás Gimeno, el padre de Anna y OliviaRamón de la RochaAgencia EFE

Poco a poco se van resolviendo algunas incógnitas del caso de las niñas desaparecidas en Tenerife. La Guardia Civil ha descartado que Tomás Gimeno matara de forma violenta a Anna y Olivia en su casa de La Candelaria. Tampoco lo hizo en el barco. Los perros especialistas en búsqueda de restos biológicos no encontraron nada en sus inspecciones, por lo que ahora la investigación se centra en buscar en el mar y no descartar que haya huido con las niñas.

Por ello, la geolocalización del teléfono móvil es clave para saber dónde deben buscar los investigadores. el buque “Ángeles Alvariño” del instituto Oceanográficosalió ayer de Galicia rumbo a Canarias, donde llegará a finales de esta semana. A bordo lleva “Liropus”, el robot submarino capaz de rastrear 300 metros lineales de fondo marino hasta 2.000 metros de profundidad gracias a que va equipado con un sónar de barrido lateral. La posición que marcara el teléfono móvil de Tomás en la noche del 27 de abril es fundamental para saber el recorrido que debe hacer la embarcación y los puntos en los que debe detenerse para hacer una inspección más exhaustiva.

Además, tal y como explicó a este diario el experto en georradar Luis Avial, la Guardia Civil debería contar con información del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior), encargado de vigilar las embarcaciones dedicadas a la inmigración ilegal y que está diseñado para barcos del mismo tamaño o similar que el del padre de las niñas desaparecidas. Si la información del posicionamiento es correcta, Avial es muy optimista con que se logre encontrar los petates que Tomás cargó en el barco y que ya no estaban cuando fue encontrado a la deriva al día siguiente. Sólo pudieron encontrar la sillita de bebé de Anna junto a la embarcación.

Una de las hipótesis es que pudiera tratarse de un crimen y que Tomás acabara con la vida de las niñas y después se deshiciera de los cuerpos en alta mar. Otra, la mantenida por la familia materna de las niñas, es que ha huido al extranjero. Según confesó Joaquín Amills, presidente de SOS desaparecidos y portavoz de Beatriz Zimmermann, confían en que haya huido porque a pesar de que llamó a la madre para decirle que no volvería a verle a él ni a las niñas, también se dijo que cuidaría de ellas. Otros datos, como el dinero que Tomás se llevó consigo apuntan a esta teoría, por lo que la familia no pierde la esperanza de poder reencontrarse con Anna y Olivia.

El posicionamiento del teléfono de Tomás puede servir para acotar la zona de búsqueda, aunque también hay dudas sobre ello. Tomás partió del puerto deportivo de Tenerife a las 21:30 horas del 27 de abril pero regresó sobre las 23:00 horas porque se había quedado sin batería y fue a comprar un cargador. Este dato es importante porque un dispositivo sin batería no emite señal alguna y por tanto no puede ser rastreado. Tras recargar el teléfono móvil en la garita, volvió a echarse a la mar a las 23:30 horas y no se ha vuelto a saber de él.

Una esperanza para la familia de Marta del Castillo

Precisamente el posicionamiento del teléfono puede ser clave para encontrar definitivamente a Marta del Castillo, asesinada en Sevilla por Miguel Carcaño el 24 de enero de 2009 y cuyo cuerpo no ha sido localizado hasta el momento. Durante todo este tiempo, la técnica ha permitido encontrar nuevas formas de rastreo de los teléfonos y por ello el juez instructor aceptó la petición de la familia de clonar el móvil del asesino confeso para tratar de determinar dónde estuvo y qué recorrido hizo la noche del crimen, lo que podría ayudar a encontrar los restos de Marta.

Es la única vía que le queda a sus padres, Antonio del Castillo y Eva Casanueva después de que ayer el juez decidiera que no volvería a investigar a nadie por el crimen, rechazando así la petición de la familia de reabrir el caso y confirmando el sobreseimiento de las actuaciones incoadas Francisco Javier Delgado, hermano de Carcaño.

Desmontó la coartada de José Bretón

José Bretón mató a sus hijos Ruth y José con una sobredosis de somníferos y trató de ocultar las pruebas con una gran pira funeraria en su finca de Córdoba. Lo tenía muy preparado y trató de despistar a los agentes, al apagar y encender su teléfono para no ser rastreado. Pero gracias al estudio del posicionamiento, los investigadores acabaron con su coartada porque demostraron que no estuvo en el Parque Cruz Conde en el que supuestamente había desaparecido sus hijos. Así que la investigación se centró en la finca “Las quemadillas”, donde finalmente fueron encontrados los restos óseos de los menores en un horno que había hecho con una mesa de metal en el jardín.