La estrategia
Podemos busca salvar su marca
Exhibe su fuerza ante sus afines para evitar la pérdida de influencia en el nuevo proyecto de Yolanda Díaz. Iglesias y Monedero bendicen su plataforma pero reivindican el legado morado
Preservar el proyecto original. Repensarlo y rearmarlo de cara al ciclo electoral que se abrirá de inmediato. Podemos se mueve rápido, y trata de reinventarse pero sin perder su ADN después de que el escenario político haya sufrido varios cambios en los últimos meses. Especialmente desde la salida de Pablo Iglesias y recientemente desde que Yolanda Díaz haya decidido dar el paso adelante y comenzar a trabajar en un proyecto de país para el cual está decidida a dejar atrás la marca de Unidas Podemos. Busca superar la lógica de los partidos y huir de las siglas. Además, desde el entorno de la vicepresidenta valoran que la marca Unidas Podemos se encuentra desgastada.
Si bien desde la formación cierran filas con el nuevo proyecto que lidere la dirigente gallega, y hasta han dejado ver que no pondrán problemas si la nueva plataforma se erige bajo otro nuevo nombre, lo cierto es que cargos de la formación ven precipitado el momento actual para ponerse a pensar en el cambio de nombres. «No es el momento de hablar de nombres», llegó a asegurar esta semana el portavoz del partido Pablo Fernández. Unas palabras que también repiten en privado en el cuartel general morado con el fin de alejar, en este momento esta posibilidad, que, de cumplirse, sería una alarma más que simbólica de la perdida de influencia de la formación en el nuevo proyecto de Díaz.La formación trata así de cerrar el debate abierto en estos días, justo después de que la vicepresidenta avisara de que buscaba la construcción de un espacio político que esté alejado del ruido y de los egos.
Ante el futuro más inmediato, el partido busca reivindicar la marca electoral ante sus potenciales electores, aún sabiendo que debe sumarse al discurso de «ensanchar» la coalición, mandamiento que defiende Yolanda Díaz. Ese músculo con el que llegaron a ser tercera fuerza política en 2015 con 71 escaños. Una fuerza que han ido perdiendo a lo largo de estos seis años, pero que les ha sido suficiente para convertirse con 35 escaños en fuerza imprescindible para que el PSOE revalidara la Moncloa en 2020. Ese es el relato que la dirección estatal del partido quiere que cale a partir de ahora. «Estamos en un lugar muy distinto al que estaba Podemos cuando nació. Veníamos de un ciclo de movilizaciones como fue el 15M que tuvo reflejo institucional el espacio de Podemos (...) Hoy estamos en un lugar jamás imaginado, gobernar en gobiernos autonómicos y el Gobierno de España», dijo este viernes la secretaria general, Ione Belarra.
Así, la estrategia del partido morado es la de, a partir de ahora, visibilizar todavía con más fuerza sus logros en el Gobierno y explicarlos a su militancia y potenciales votantes. A la par, busca que cale el sentimiento entre la sociedad de que los avances que se producen en España llegan gracias al «empeño» y el «empuje» de Unidas Podemos en Moncloa. Ha sido este el foco de actuación este fin de semana. Estas jornadas de reflexión moradas llegan, además, en un momento muy preciso para Podemos. Después de que las ministras moradas hayan logrado cerrar la ley de la Vivienda y aplicar un tipo del 15% en el impuesto de Sociedades a las grandes empresas sobre la base imponible y cerrar el acuerdo de los Presupuestos con el PSOE. Unos logros que reivindicó este mismo viernes la secretaria general de la formación, Ione Belarra, que se arrogó el hecho de haber «convencido» al PSOE en estas materias que «se cerraban rotundamente». No solo Ione Belarra quiso, en la inauguración de la universidad de Podemos, presumir de los logros en el Gobierno. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ahondó en la necesidad de reforzar la organización de cara a las próximas elecciones. Se encargó de destacar que «sin la militancia de Podemos e IU» no habrá un proyecto de transformación posible del país. Así, se emplazó a trabajar en esta segunda parte de la Legislatura en un «frente amplio» que logre aumentar su base.
Todo ello ante una ausencia muy marcada. La de la vicepresidenta y líder de Unidas Podemos en Moncloa, Yolanda Díaz, que vuelve a alejarse de los grandes actos del partido, como cuando en el mes de junio Ione Belarra se proclamó como líder de Podemos. Un gesto con el que Díaz demuestra su objetivo por tratar desvincular su nuevo proyecto de la formación, a pesar de las reivindicaciones que han llegado este fin de semana de los principales actores de Podemos. Juan Carlos Monedero, por ejemplo, si bien cerró filas con Díaz, exigió que Podemos fuese «la nave nodriza» en la nueva plataforma y que ella responda ante los morados. El propio Iglesias, que clausuró la celebración, bendijo el «frente amplio» que prepara Díaz. Pidió a los suyos «acompañar» a la vicepresidenta pero recordando ante sus correligionarios el «patrimonio de Podemos. Quiso dejar claro que su partido debe ser clave en la nueva ecuación porque «supo construir partido cuando era difícil construir partido».
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