Congreso

Aviso de ERC al Gobierno con los presupuestos: “Que se ahorren el pressing. El voto se suda”

El PNV rebaja la euforia de Moncloa por la aprobación del proyecto y reclama el cumplimiento de los acuerdos pendientes

El portavoz parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.
El portavoz parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.Eduardo ParraEuropa Press

Superado el paso del techo de gasto hace un par de semanas y acordado ayer en Consejo de Ministros, los presupuestos generales del Estado aterrizarán próximamente en el Congreso de los Diputados, seguramente el paso más difícil para un Gobierno que cuenta con 153 escaños y necesita de 176 para alcanzar la mayoría. En este sentido, los principales socios a los que se aferra el ejecutivo nacional son Esquerra (13), PNV (6) y Bildu (5), que suman 24 escaños en total: es decir, los suficientes. Sin embargo, las tres formaciones han reaccionado este martes con distinto tono al proyecto de presupuestos: mientras Bildu lo ha valorado positivamente, el PNV se ha limitado a ofrecer su predisposición para negociar y Esquerra se ha mostrado crítica y lanza advertencias. También es cierto que ninguno de ellos se ha precipitado y todos han reconocido que ahora mismo toca «analizar» con detalle todas las partidas presupuestarias para negociar.

Así las cosas, todo apunta a que con Bildu y PNV parece que el Gobierno tiene el camino mucho mas allanado que con Esquerra. De hecho, en las dos últimas semanas, el Gobierno ya ha actuado en consecuencia y ha mantenido contactos mucho más frecuentes e intensos con los dos partidos vascos que con el catalán.

Esquerra ha querido salir desde el primer momento a dibujar los límites del terreno de juego para la negociación de los presupuestos y elevar el precio de su apoyo: es decir, que el Gobierno no lo va a tener sencillo. «Que se ahorren el pressing. El voto de ERC se suda», ha espetado Gabriel Rufián, augurando que el Gobierno va a usar la carta de la presión en lugar de atender sus exigencias. De momento, el portavoz de ERC ha asegurado que desconoce los detalles del proyecto de presupuestos porque, según ha lamentado, nadie les ha llamado. En todo caso, las líneas maestras de las exigencias de ERC se apoyan en dos carpetas: por un lado, la agenda de desjudicialización, con la reforma de la sedición para rebajar las penas o suprimir el tipo penal como elemento más significativo; y, por otro lado, el aumento en gasto social. A partir de ahí, también reclaman inversiones para infraestructuras, como en el Corredor del Mediterráneo. Asimismo, Rufián ha dicho que la ley de vivienda es «importantísima» que esté contemplada de forma «directa o indirecta» en los presupuestos. «Si no la contemplan, me parece que empiezan mal», ha afirmado.

Por su parte, el PNV, también determinante para el Gobierno, ha intentado rebajar la euforia del Gobierno advirtiendo que Moncloa ha aprobado solo el proyecto, la «noticia» será cuando se convierta en «Ley»: es decir, que falta la tramitación parlamentaria. Desde el partido que lidera Aitor Esteban en el Congreso tampoco han querido entrar al detalle de las partidas, pero han mostrado «predisposición» para lograr un pacto e «intensificar» las conversaciones. No obstante, también reclaman «voluntad política» para el «cumplimiento» de los acuerdos pendientes, sobre todo, en materia de transferencias, que están ahora atascadas y desde el PNV presionan para que se materialicen según el calendario previsto.

Bildu ha valorado positivamente los presupuestos porque considera que tienen un «marcado carácter social», aunque la formación vasca también se muestra prudente y asegura que hay que ver la «letra pequeña». «Tenemos que ver cómo se traduce en políticas sociales», señalan y advierten también de que el Gobierno no se puede olvidar de que no tiene una mayoría absoluta y, por tanto, tiene que negociar y es «momento de que cuente con las fuerzas soberanistas y de izquierdas». «Creemos que la pelota está en su tejado», ha añadido, matizando que no pondrán «líneas rojas».

Si alguna de estas tres formaciones falla, el Gobierno deberá recurrir a otros socios minoritarios habituales. Entre ello, está Más País (2): su líder, Íñigo Errejón, ha reconocido que es difícil valorar los presupuestos sin conocerlos con detalle, pero de lo que ha trascendido, sí se muestra conforme ya que incluye algunas cuestiones que pedían, como destinar dinero a salud mental, comunidades energéticas o apoyo a las familias. Joan Baldoví, de Compromís, también se mostró conforme por la revalorización de las pensiones, la subida de los salarios a los funcionarios o el incremento en sanidad, educación, becas o dependencia. Si bien, Baldoví ha advertido también que hará valer su voto exigiendo que la inversión en la Comunidad Valenciana se acerque al peso demográfico de los valencianos en toda España, que aumente el gasto en dependencia y seguir destinando más dinero a Cercanías.

Finalmente, el PDeCat, con cuatro diputados, es otra alternativa. El diputado Ferran Bel advirtió que están dispuestos a negociar, pero condicionará su apoyo a la ejecución presupuestaria de 2022 en Cataluña.