Confesión
Catherine Ommanney habla sobre su relación con el príncipe Harry: “Era mi toyboy”
La ex estrella del programa de telerrealidad “The Real Housewives of DC” vivió un “affaire” con el duque de Sussex, 13 años menor que ella
La ex estrella de “realities”, Catherine Ommanney, ha confesado, por primera vez en las páginas de “The Sun”, que mantuvo un romance con el príncipe Harry.
“Dudo que esté en el libro de Harry porque un príncipe no puede huir con una madre de dos hijos de 34 años”, dijo. Catherine Ommanney se refiere a las memorias, “Spare”, que el duque de Sussex sacará a la luz el próximo 10 de enero y en el que, en cambio, sí evocará otras conquistas del pasado.
La ex estrella del programa de telerrealidad “The Real Housewives of DC” se ha pronunciado por primera vez sobre su pasado romance que ocurrió cuando ella tenía 34 años, y él 21. “Me divertí mucho”, afirma.
“No estaba acostumbrado a que se rieran de él”
En ese momento, Catherine Ommanney acababa de separarse de su exmarido Stephen cuando conoció al hijo de Lady Diana y el actual rey de Inglaterra, Carlos III, en el Art Bar de Londres. Era a mediados de la década de 2000. “Harry se acercó hasta mí. Llevaba un sombrero de estilo australiano que me hizo reír (...) Creo que no estaba acostumbrado a que la gente se riera de él y una vez que empezamos a hablar era como si no hubiera nadie más en la habitación”.
“Él tenía 21 años y la idea de una relación ni siquiera se me había pasado por la cabeza”, asegura Ommanney, sobre porque en ese momento no sabía si el príncipe todavía estaba con Chelsy Davy. “Pero cuando todos comenzaron a irse alrededor de las 11 de la noche, Harry señaló uno de los tres Range Rover estacionados afuera y dijo: ‘Ven conmigo’, lo que me pareció muy halagador”, continua. Los dos fueron más tarde al club nocturno Eclipse en Kensington.
“Bebé”
“Momentos después de que llegamos, el gerente del lugar se acercó y preguntó: ‘¿Cuál es tu canción favorita?’ Harry respondió: “Loco , de Gnarls Barkley”. No pude evitar decirle lo mimado que estaba. “Harry se rió”, confiesa. Ommanney señala que durante toda la velada, el actual duque de Sussex se comportó de manera infantil. “Empecé a charlar con alguien y Harry tomó la tela de la cubitera de champán y me la puso en la cabeza”, dijo.
Tanto yo como uno de sus guardaespaldas lo reprendieron entonces. Cariñosamente le apodaba “baby” porque constantemente tenía una piruleta en la boca. Esa misma noche, la pareja fue a otro club, antes de que Catherine Ommanney le pidiera al príncipe que le preparara un sándwich, refugiados en una casa de un amigo de Harry en Chelsea.
“El beso más apasionado de mi vida”
“Subimos al baño y empezamos a hacer estupideces como adolescentes, cantando con cepillos de dientes como micrófonos”, recordó Catherine Ommaney. Nos metimos en la bañera con la ropa puesta y uno de nuestros amigos tomó una foto con mi teléfono”. Luego, los dos fueron a la cocina a hacerse sándwiches, compartiendo confidencias y risas.
“Comenzamos a discutir y después de unos quince minutos le dije que tenía que irme a casa”, explicó. Fue entonces cuando me agarró por la cintura, me levantó del suelo y me sujetó contra la pared. Me dio el beso más increíble y apasionado que he experimentado en mi vida. Me quedé absolutamente sin palabras”. El príncipe Harry la habría acompañado a su casa con sus hijas Ruby y Jade, que entonces tenían 6 y 8 años. Siguieron intercambiándose mensajes de texto antes de volver a encontrarse una semana después, en un bar de Kensington.
“Nos besamos de nuevo y Harry fue muy halagador, diciéndome lo hermosa que me veía. Nos vimos varias veces, siempre en bares privados”, continúa su relato. El romance acabó cuando saltó a los medios. Tras otras dos citas, el príncipe Harry cambió de número, y ella no le volvió a ver hasta 2009, durante un partido de polo en Barbados.
“Harry hizo a un lado a sus guardaespaldas para venir y darme un beso y un abrazo, luego tuvimos una gran charla. Mirando hacia atrás, es una pena que no pudiéramos seguir siendo amigos. Me divertí mucho con él, porque tenemos el mismo sentido del humor”, subraya.
“Sin querer ser pretencioso, creo que los dos nos gustábamos, aunque él era demasiado joven para mí. Si no fuera miembro de la familia real y tuviera unos diez años más, sería el hombre perfecto para mí”, concluye.
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