Aparación
Fergie vuelve a casa por Navidad
Sarah Ferguson acompañó a su exmarido, el príncipe Andrés, a la misa del 25 de diciembre el tradicional servicio religioso en la iglesia de St. Mary Magdalene junto a los demás Windsor
La familia real británica atendió este 25 de diciembre el tradicional servicio religioso que tiene lugar en la iglesia de St. Mary Magdalene, cercana a su finca de Sandringham, para celebrar la Navidad. Los Reyes Carlos III y Camila encabezaron el paseo hasta el templo, seguidos de los príncipes de Gales y sus hijos, George, Charlotte y Louis; la princesa Ana y su marido Timothy Laurence; los duques de Edimburgo y el príncipe Andrés, que, por sorpresa, acudió acompañado de su exmujer, Sarah Ferguson. Aunque se conoce que Fergie, tal y como se refieren a ella desde su círculo más cercano, mantiene una excelente relación con el padre de sus hijas y el resto de los Windsor, son raras las ocasiones en las que se deja ver junto a ellos desde que se separaron en 1991. De hecho, ese fue su último año en Sandringham, el mismo que para la princesa Diana. Por fortuna, Ferguson corrió mejor suerte que ella y treinta años después ha podido volver a participar en el servicio religioso, acompañando a Andrés de York y a las hijas que tienen en común, las princesas Beatriz y Eugenia. «Hoy disfrutamos de la compañía y nos sentimos agradecidos. Espero que todos tengan un día maravilloso. ¡Feliz Navidad a cualquiera que la celebre y saludos navideños para todos!», escribió en sus redes sociales la duquesa de York, que conservó su título a pesar del divorcio en 1996.
Su reaparición coincide con el regreso escalonado del príncipe Andrés al seno de la familia real, del que fue apartado por su propia madre a consecuencia de su vinculación con el depredador sexual Jeffrey Epstein y la posterior denuncia por violación que Virginia Giuffre vertió contra él. Aunque ni siquiera se llegó a juicio –gracias a un acuerdo millonario con la supuesta víctima–, la imagen del que, dicen, era el hijo favorito de la Reina Isabel II se vio muy perjudicada y se antoja complicado que alguna vez pueda repararse por completo. Aun así, parece que el actual monarca se ha mostrado más indulgente que su madre con su hermano y ha levantado la mano para que poco a poco pueda volver a ser un miembro activo y de provecho para la Corona. Una especie de rehabilitación que comenzó este verano, cuando el príncipe Andrés se unió a su familia para disfrutar de unas vacaciones en Balmoral . Llegó en un coche conducido por su sobrino Guillermo, ocupando el asiento del copiloto mientras Kate Middleton se quedó sentada atrás. Una preparada puesta en escena con un claro mensaje que se refuerza todavía más con la reaparición de Fergie: Andrés cuenta con el apoyo de toda su familia y se mantendrán a su lado pase lo que pase.
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