El príncipe Harry visita en secreto a víctimas de guerra en Ucrania

En medio del viaje de Estado del rey Carlos III y la reina Camila a Italia, el príncipe Harry ha protagonizado un movimiento inesperado. El hijo menor del monarca británico ha viajado en secreto a Ucrania, donde ha visitado el centro Superhumans, una clínica especializada en la rehabilitación de víctimas de guerra. La visita, que no se ha hecho pública hasta que Harry abandonó con seguridad el país, marca un paso importante en la sintonía del duque con la postura oficial de su familia ante el conflicto en Europa del Este.

Visita a las instalaciones médicas

Vestido con un abrigo que lucía el logotipo de los Invictus Games, los juegos deportivos que él mismo fundó en 2014 para veteranos heridos en combate, Harry recorrió las instalaciones médicas situadas en Lviv, al oeste del país. La clínica, apoyada por la Fundación Invictus y cofundada por el empresario ucraniano Andrey Stavnitser, ofrece tratamiento y prótesis a militares y civiles que han sufrido amputaciones a causa de los ataques rusos.

Durante su visita, el príncipe se reunió con pacientes en proceso de recuperación, conversó con voluntarios y presenció una cirugía para la restauración auditiva de un veterano. Lo acompañaban varios miembros de la fundación y cuatro exmilitares que han vivido procesos de rehabilitación similares.

Esta aparición se produce tan solo tres días después de que Harry acudiera a los tribunales en Londres, y en un momento en el que el apoyo del Reino Unido a Ucrania ha sido reforzado públicamente por su padre, el rey Carlos III. Aunque sus diferencias con la Corona británica han sido objeto de titulares en los últimos años, con este gesto el duque de Sussex parece alinearse —al menos en lo simbólico— con los valores que representa su familia en materia de compromiso militar y causas humanitarias.

Una visita breve, discreta y profundamente significativa que refuerza la faceta más sólida de Harry: la del soldado que no olvida a los suyos.