El dilema de Ana Duato: posible pena de 32 años de cárcel o acuerdo con la Fiscalía

Siete años después de que, en abril de 2016, agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF) registraran la sede del despacho «Nummaria» en el marco de la «operación City», una de las principales acusadas, la actriz Ana Duato, se enfrenta al dilema de sentarse en el banquillo –previsiblemente el próximo otoño– con la espada de Damocles de una petición de condena de 32 años de cárcel por presunto fraude fiscal, a través del despacho de abogados que dirigía Fernando Peña, de sus ingresos por la exitosa serie «Cuéntame cómo pasó», o intentar cerrar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción que le garantice una condena mínima, y ahuyente un posible ingreso en prisión, a cambio de reconocer los hechos.

Según fuentes de su entorno, la actriz sigue firme en la defensa de su inocencia y confía en poder demostrar en el juicio que no tenía ánimo de defraudar a la Agencia Tributaria y que desconocía el entramado fiscal del que se sirvió «Nummaria» para engañar al fisco. No obstante, esas mismas fuentes apuntan que desde su entorno familiar le estarían aconsejando que –dada la gravedad de las penas de cárcel a las que se enfrenta– lo mejor sería llegar a un acuerdo con las acusaciones: Anticorrupción y la Abogacía del Estado (en representación de Hacienda).

Mientras deshoja la margarita,Duato ya ha dado un nuevo paso para ponerse al día con Hacienda al regularizar 265.427 eurospor los ejercicios fiscales de 2014 a 2017 (deberá abonar más adelante otros 75.760,73 en concepto de recargo e intereses, hasta un total de 341.187,94 euros).

En febrero de 2016 –antes por tanto de que las actuaciones penales de la Audiencia Nacional se dirigieran contra ella– ya pagó 970.297 euros por las cuotas defraudadas en los ejercicios de 2010, 2011 y 2012, al haber tributado parte de sus ingresos a través del Impuesto de Sociedades, y no en el IRPF, beneficiándose por tanto de un trato fiscal más favorable.

Tras la inspección de Hacienda en 2014 que puso en el disparadero la ingeniería fiscal del despacho «Nummaria» para la tributación de las ganancias de sus clientes, Duato pasó a tributar sus ingresos por «Cuéntame» a través del IRPF, pero un informe pericial encargado por la Audiencia Nacional –la instrucción la ha llevado a cabo el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Ismael Moreno– extendió el supuesto fraude tributario a sus declaraciones de IRPF de 2014 a 2017, en las cuales –concluyó– no habría incluido sus ingresos por 41 capítulos de la serie. Este informe, de agosto de 2018, provocó que Anticorrupción le imputara otros cuatro delitos fiscales por haber ocultado supuestamente desde 2014 parte de esas rentas a través de una sociedad que tilda de instrumental, Representaciones Artísticas Agapantus.

Cuatro delitos en la cuerda floja

Pero la defensa de Duato niega la mayor. Por un lado, rechaza que en ese periodo se grabaran tantos capítulos y se queja en su escrito de defensa de que la información que manejó el perito no es la oficial de RTVE, lo que pretenden acreditar con los contratos firmados con la Corporación pública. «Es materialmente imposible», sostiene su abogado en ese escrito. Y, por otro lado, cuestiona las cantidades cobradas por episodio que se le atribuyen. En definitiva, niega la existencia de esos cuatro delitos fiscales.

Con toda esa documentación, según las fuentes consultadas, Hacienda ha recalculado las cuotas defraudadas. La principal conclusión: en ninguno de esos cuatro ejercicios (2014-2017) se superaría los 120.000 euros que marca la barrera del delito fiscal (oscilando entre los 40.452 euros de 2017 y los 76.932 de 2015). Con esas premisas, el pago de esos 265.427 euros defraudados (más intereses y recargos correspondientes) tiene un objetivo principal: que la Abogacía del Estado modifique sus conclusiones provisionales y solo acuse a Ana Duato por tres delitos fiscales.

Si Anticorrupción sigue la estela de Hacienda –por ahora no hay constancia de un posible acercamiento en ese sentido–, el posible acuerdo de conformidad que evitaría a Ana Duato el juicio (solo debería acudir a la sesión inaugural y, en su caso, a la última jornada si no renuncia a su derecho a la última palabra) se reduciría –habiendo ingresado ya las cuotas defraudadas, a reconocer los delitos fiscales de 2010, 2011 y 2012.

Pero hay líneas rojas. Y esa es la disyuntiva a la que se enfrenta ahora la actriz de «Cuéntame». En primer lugar, reconocer el fraude fiscal implica admitir también que el engaño a Hacienda se cometió en el seno de un grupo criminal liderado por Peña y, además, que se recurrió a testaferros y empresas pantalla para pagar menos, algo que se le hace muy cuesta arriba a Ana Duato, que sigue insistiendo en que solo vio al abogado que dirigía «Nummaria» a lo sumo un par de veces en su vida y que desconocía completamente esa estructura tributaria.

Las ventajas procesales que obtendría, por otra parte, serían notables, aunque están por precisar. No obstante, en caso de que se le aplicaran la atenuante muy cualificada de reparación del daño (ya ha pagado a Hacienda) y la de confesión –de las que ya se han beneficiado los acusados que han llegado a un acuerdo con la Fiscalía con la consiguiente rebaja en la petición de condena a cambio de reconocer los hechos–, sin descartar unas posibles dilaciones indebidas, la rebaja de la pena en dos grados reduciría la petición de condena para Duato de los actuales doce años de prisión a una horquilla entre doce y 18 meses de cárcel. Por lo tanto, sin antecedentes penales en caso de ser condenada no tendría que ingresar en prisión. A la actriz se le impondría asimismo una multa de alrededor de medio millón de euros.

Además, como ha sucedido con la gran mayoría de los acusados que han pactado con Anticorrupción, esa pena de prisión se sustituiría por el pago de una multa, que oscilaría de 36.000 a 54.000 euros.

En todo caso, si Anticorrupción mantiene la acusación por siete delitos fiscales y su petición de 32 años de cárcel, la defensa de Duato planteará la nulidad de las últimas cuatro imputaciones porque no ha sido llamada a declarar en relación a esos delitos fiscales de 2014 a 2017 (cuando declaró en la Audiencia Nacional en junio de 2016 aún no estaba imputada por los mismos), lo que en su opinión le generó indefensión y vulneró su derecho a un proceso con todas las garantías.

De una u otra manera, la posibilidad de negociar un pacto de conformidad con las acusaciones sigue abierta. La cuenta atrás ya ha comenzado.

Su marido sortea tres de los cuatro delitos fiscales

El «caso Nummaria» no solo sentará ante un tribunal a Ana Duato. Su compañero de reparto en «Cuéntame» Imanol Arias también está acusado de utilizar el despacho liderado por el abogado Fernando Peña –para quien Anticorrupción pide una condena de casi 300 años de cárcel– para defraudar a Hacienda. En su caso, se enfrenta a una petición de condena de 27 años de prisión por seis delitos fiscales entre 2009 y 2015. Entre los acusados se encuentra igualmente el marido de la actriz, Miguel Ángel Bernardeau. El fiscal Anticorrupción Tomás Herranz pide una condena para él de 18 años de prisión por cuatro delitos fiscales. Sin embargo, tras recalcular las cuotas defraudadas –porque en un principio no restó lo que pagó Bernardeau en el Impuesto de Sociedades–, Hacienda ya no ve delito en tres de ellos (2012, 2013 y 2014), por lo que la Abogacía del Estado solo le imputará uno por el ejercicio de 2011 que, según su defensa, está prescrito.