Liga Europa

Un duro revés
Kiko Rivera ha vuelto a tomar la iniciativa y a través de sus redes sociales muestra cómo está llevando a cabo una transformación. No solo física, la cual ya comienza a ser evidente, sino también de crecimiento personal, poniéndose a prueba a sí mismo, llevando su cuerpo al límite y demostrándose que puede superar los retos que se proponga. Sin embargo, se ha encontrado con piedras en el camino y, al tratarse de temas de salud, no son tan fáciles de sortear como en un principio estimaba.
El hijo de Isabel Pantojase ha propuesto ser futbolista profesional. Al menos sí para dar la talla y rendir en plenas condiciones en el partido que le han propuesto. Una cita internacional que enfrenta a influencers de todo el mundo y en el que él representará al club español. El Mundial de Selecciones de Creadores de Contenido será el próximo mes de septiembre, pero él está trabajando duro para demostrar que puede con todo. Para ello ha modificado su rutina, ha adoptado hábitos más saludables y ha abandonado viejos vicios.
Kiko Rivera, como decíamos, ha encontrado varios obstáculos que le dificultan llegar al éxito. Lo importante es que no se rinde. Se encuentra lidiando con una lesión en la cadera izquierda, como así dio a conocer la semana pasada mostrando incluso el vídeo del momento en el que sufre el incidente: “Ayer en el entrenamiento sentí un crack en la cadera izquierda. No os voy a mentir, me asusté mucho. Hoy el dolor es bastante intenso, pero no creo que sea nada grave. Otra piedra más en el camino. Y ya sabéis lo que hacemos con las piedras, ¡se rompen, se saltan o se usan para construir”, detallaba.
Se puso en manos de su fisio, que le ha podido decir qué le sucedió y cómo tiene que proceder para encontrar solución a su mal. Las miras están puestas en la competición de fútbol de septiembre y para demostrar que no se rinde, el Dj ha actualizado su estado de salud y desvelado el tratamiento que está siguiendo: “El otro día en pleno entreno noté que algo no iba bien. Sabía que me había hecho algo, pero no sabía el qué. Pues nada, ¡me he roto el oblicuo. ¿Pero yo tengo oblicuo? Esa fue literalmente mi reacción. Ahora toca cambiar los goles por la paciencia, el ritmo por la recuperación. Me duele tela, pero tela. Eso sí, estoy en las mejores manos, las de mi buen amigo Salvador Torres, que se va a encargar de dejarme como nuevo”, desvelaba el marido de Irene Rosales. “Esto no me para. Esto me hace más fuerte. Volveré pronto. Mejor. Más preparado, más que nunca”.
Dicho esto, es su fisio quien toma la palabra y detalla qué le sucede a su paciente: “Pues nada, Kiko viene a tratarse una lesión en el oblicuo de la cadera izquierda. Tiene una rotura fibrilar y tenemos una estipulación de entre 25 días y un mes de tratamiento”, decía antes de comenzarlo, ante las quejas de Kiko: “No me vayas a dar mucha leña tío”.
Aunque este reto se lo ha propuesto en infinidad de ocasiones, muchas de ellas haciendo partícipes a sus fans de sus días logrados, lo vuelve a intentar. Kiko Rivera ha anunciado a sus seguidores de Instagram que en su cambio de estilo de vida no había cabida para los humos, por lo que aparca el cigarrillo y deja de fumar. No está siendo una tarea sencilla y el primer día se le está haciendo cuesta arriba: “El café me recuerda al cigarro y, bueno, me ha costado, pero oye, superada la mañana”.
Se muestra optimista, aunque eche en falta algo entre sus dedos como parte de su rutina. Es difícil abandonar el hábito, pero con fuerza de voluntad todo se logra. Poco a poco, día a día: “Luego, todo el mediodía hasta llegar a la hora de comer, bastante bien. He estado ahí con el ordenador haciendo unas cosas. He estado en el fisio y entretenido sin pensar en el tabaco, pero ha llegado la hora de la comida y ahora me está pegando un apretón que no veas y lo estoy pasando mal. Tienen que pasar las primeras 24 horas. Familia, vamos fuertes. Stop fumar. Besitos”. El día se le está haciendo larguísimo, especialmente por contar las horas.