El príncipe que no era tal: la estafa que marcó a Paloma Lago

Tras años alejada del foco mediático, Paloma Lago vuelve a los titulares, aunque no precisamente por motivos felices. La exmodelo gallega ha denunciado recientemente al conselleiro do Mar de la Xunta de Galicia, Alfonso Villares, por un presunto caso de acoso sexual. La denuncia, que ya ha provocado la dimisión del político, marca un nuevo capítulo en una vida que ha tenido que enfrentar episodios tan perturbadores como el que vivió en 2008 con Wojciech Sarjusz Zaleski, según publica "El Español".

Zaleski se presentó como un príncipe polaco, supuesto descendiente del mismísimo conde Drácula. Un personaje con carisma, contactos y una fachada impecable que convenció a Lago, entonces alejada de la televisión pero aún reconocida como una de las grandes figuras de la moda española de los 90.

Proyecto humanitario

Lo conoció a través de un supuesto proyecto humanitario y, meses después, en plena Navidad, iniciaron una relación sentimental. Para entonces, él ya había desplegado todo su relato de nobleza, negocios en Europa del Este e inversiones que prometían rentabilidad inmediata. En 2009, la convenció para invertir 140.000 euros en un fondo polaco que jamás existió. El dinero fue directo a su cuenta personal.

Lago, confiada por la relación y el aparente nivel de vida de Zaleski, cayó en la trampa. Años después, ya en 2012, lo denunció y ganó el juicio. Fue condenado a dos años de prisión, una multa simbólica y la obligación de devolver el dinero. Solo cumplió parcialmente con esa parte. Sin bienes a su nombre, recuperar la suma completa fue imposible.

Pero lo más inquietante no fue la estafa. Según reveló el periodista Saúl Ortiz, Zaleski no solo manipuló emocional y económicamente a Lago, sino que llegó a planear su asesinato. Supuestamente, pensó en organizar un viaje con la intención de acabar con su vida. Una historia que bien podría ser guion de un thriller, pero que fue parte real del pasado de la presentadora.

Tras este episodio, la exmodelo optó por el silencio y la discreción. Reapareció públicamente el pasado 1 de mayo como madrina en la boda de su hijo Javier, fruto de su relación con Javier García Obregón. Serena y sonriente, parecía haber dejado atrás las sombras.

Ahora, sin embargo, se enfrenta a un nuevo proceso judicial, esta vez como denunciante de un alto cargo político. Una muestra más de que, pese al perfil bajo que ha elegido en los últimos años, la vida de Paloma Lago continúa marcada por episodios de gran intensidad.