Confidencias
Brigitte Macron, más personal que nunca: "Aplacé la boda diez años para no arruinar la vida de mis hijos"
La primera dama francesa ofrece una entrevista a Paris Match con un revival de su pasión por Emmanuel
A sus 70 años, Brigitte Macron ilumina el Palacio del Élysée Palace. Y está bien decirlo así, en francés, porque representa, quizás como ninguna otra primera dama, el mito sexy parisino. Eternamente joven, eternamente delgada, eternamente chic. Acostumbra a salir ganadora en cualquier duelo estilístico porque destila confianza en sí misma y una naturalidad que le permite huir de cualquier excentricidad. Su historia de amor con Emmanuel Macron conmocionó Francia y sigue siendo una de esas crónicas apetecibles. Su portada en Paris Match, con entrevista en las páginas interiores, es un revival de un idilio que empezó como si se tratase de una página de Madame Bovary.
Estaba casada con un banquero de Amiens y tenía ya tres hijos. Tenía 39 años. Es verdad que hacía mucho que se le había acabado su tiempo de cereza, pero se sentía insatisfecha. Él era un adolescente precoz y sabelotodo. “Hay un loco en mi clase que se lo sabe todo", le dijo un día su hija Laurence. Pero más loco fue Cupido, que disparó insensatamente sus flechas.
En la entrevista que ahora publica Paris Match, Brigitte confiesa que pospuso diez años la boda para evitar la ruina de sus hijos, que más o menos tienen la misma edad que su esposo, de 45 años. Ella era su profesora de teatro en la escuela católica Providence de Amiens, en el norte de Francia, y su hija Laurence, compañera de clase de Macron. “El romance floreció y provocó un escándalo en esta localidad”. Los padres de él le enviaron a París, pero la distancia intensificó sus ganas de amarla y decidió que la perseguiría. "¡No te desharás de mí, volveré y me casaré contigo!", le dijo al despedirse.Ella, según confiesa, siempre pensó que, al llegar a París, se enamoraría de alguna joven de su edad. Nada más lejos de la realidad.
Un amor a fuego lento
Se trata de una de las entrevistas más personales que la primera dama francesa ha concedido en los últimos años. Durante mucho tiempo, Brigitte luchó contra sí misma para no dañar a sus hijos. Su primogénito es tres años mayor que Macron y sus hijas, que ahora tienen 46 y 39, tienen una edad similar a la de su esposo.
Después de 16 años casada, Brigitte reconoce que la admiración que profesa a su marido está intacta y se sigue sorprendiendo con su impresionante memoria e inteligencia. El presidente suele regresar a casa, el Palacio del Elíseo, alrededor de las 10 y las 11 de la noche. Hasta el día siguiente es su momento. Dice que ella misma le prepara el desayuno y, a veces, la cena. Durante el día se mantiene ocupada con la educación de adultos y algunas causas benéficas.
En esta misma pregunta habla de cómo sortea las críticas y cómo se ha acostumbrado a los continuos comentarios sobre ella o su matrimonio. También ha mencionado la reciente visita de los reyes Carlos III y Camila elogiando su delicadeza, la cercanía de Camila, que le dio un beso en la mejilla como saludo, y el buen humor del monarca.
Da igual las veces que nos hayan contado esta historia que sacudió todos los códigos de la Francia burguesa y conservadora, ella le pone ese toque distintivo que nos permite sospechar que Emmanuel sin Brigitte no se entendería.
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