Gas
¿Puede África sustituir a Rusia en la exportación de gas a Europa?
Tras la visita del canciller alemán a Senegal, es necesario repasar los números del gas africano para entender si el continente es una alternativa viable a Rusia
El canciller alemán Olaf Scholz y el presidente de Senegal, Macky Sall, se reunieron el pasado 22 de mayo para discutir la posibilidad de que el país africano se convirtiese en una alternativa viable al gas ruso. La guerra en Ucrania ha obligado a la Unión Europea a prescindir de Rusia y extender su punto de mira a nuevas regiones. Macky Sall, que actualmente ostenta también la presidencia de la Unión Africana (UA) y que recientemente se ha ofrecido como mediador en las desavenencias entre Ucrania y Rusia, asegura que las reservas de gas de Senegal y los países vecinos son suficientes para abastecer a Europa en el futuro. No es el único país africano que pretende aprovechar la actual situación para vender sus reservas de gas, pero las dudas que se formulan a continuación carcomen las ideas de los dirigentes europeos que ahora confían en África para calentarse durante el invierno: ¿tiene el continente africano suficiente gas para abastecer a Europa? ¿Y cómo podríamos recibir este gas a corto plazo?
Ya en marzo de 2022, Khadi Camara, de la Asociación Empresarial Germano-Africana, aseguró al medio alemán Deutsche Welle que “ los africanos tienen más reservas de las necesarias para su propio mercado y, por lo tanto, están predestinados a la exportación”. África se ha zambullido así en el mercado internacional de exportación de gas natural licuado, aunque todavía está por ver que los números avalen esta nueva empresa.
Sin gaseoductos será más caro
La urgencia con la que Europa requiere el gas africano impide organizar un proyecto a corto o medio plazo que permita construir unos gaseoductos similares a los que salen de Argelia o los que cruzan Ucrania. El tendido de un gaseoducto que cubra la distancia entre Senegal y Europa conllevaría, según los expertos, entre dos y tres años de construcción. Es virtualmente imposible que Senegal o los países vecinos puedan abastecer de gas a Europa a través de un gaseoducto, al menos en un futuro cercano. Esto significa que el codiciado producto deberá ser transportado en barcos, de una forma parecida a como ocurre con el gas que recibe Europa de Estados Unidos, con el consiguiente encarecimiento que se genera debido al uso de este medio de transporte. Aunque África pudiera garantizar el abastecimiento de gas, librándonos del peso ruso, esto no significa necesariamente una disminución de su precio en los hogares.
Por otro lado, el propio Macky Sall confirmó que Senegal tiene previsto el inicio de la producción en diciembre de 2023, a razón de 2,5 millones de toneladas anuales inicialmente, y de 10 millones en 2030. Los números en este caso son claramente ineficientes, si consideramos que Rusia vendió a Europa 138 millones de toneladas de gas en 2020. Significa que para 2023 harían falta 55 países como Senegal para sustituir de forma efectiva las importaciones del gas ruso. Macky Sall lo sabe, aunque confía en su influencia en la región y su actual condición de Presidente de la UA para que otros países africanos con reservas de gas se sumen a esta iniciativa.
Reservas de gas en África
Se ignora si la visita de Scholz a Senegal tenía un fin práctico o si la situación de la UE con respecto al abastecimiento de gas es tan grave como para rascar de millón en millón el considerable tonelaje que precisa Europa . El enemigo a batir son Rusia y los 1.300 trillones de pies cúbicos de gas que conforman sus reservas, esto es, el 24% de las reservas de gas mundiales. Según los datos recogidos, un total de 10 países africanos (Nigeria, Argelia, Senegal, Mozambique, Egipto, Tanzania, Libia, Angola, República Democrática del Congo y Guinea Ecuatorial) cuentan en total con la nada despreciable cifra de 782 trillones de pies cúbicos de gas en sus reservas, pero que apenas llegan a la mitad que posee Rusia. Por otro lado, los programas de extracción en estos países apenas están desarrollados y deberían pasar años hasta que África pudiera abastecer de forma efectiva al continente Europeo.
El informe sobre reservas de petróleo y gas en África emitido en 2019 por PwC señala que solo Nigeria, Angola y Mozambique cuentan con reservas de gas significativas al sur del Sáhara, eso sí, muy inferiores a las rusas. Los datos recogidos también indican que el continente tiene ahora la capacidad de exportar en torno a 100 millones de toneladas de gas anuales. Si tenemos en cuenta que solo Rusia exporta 138 millones de toneladas anuales, y que hace años que las 100 millones de toneladas que exporta África se dirigen a Europa en su mayoría, haría falta doblar o incluso triplicar en un tiempo récord la producción en el continente africano, si se desea sustituir a Rusia en la producción de gas europeo.
Corrupción e infraestructuras insuficientes
Aunque los números fueran suficientes, África se enfrenta también a diversos retos para conseguir una producción de gas efectiva y que potencie al máximo el rendimiento del continente. De 21 países africanos que cuentan con reservas significativas de gas, solo siete poseen plantas de licuefacción en funcionamiento (Argelia, Libia, Egipto, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Angola y Camerún) mientras que dos países (Ghana y Guinea Ecuatorial) cuentan con plantas de regasificación dentro de su territorio nacional. Las pésimas condiciones de un sinfín de carreteras en el continente vuelven todavía más difícil la estimación de los tiempos de transporte, mientras que aún no existe una logística portuaria africana que pueda compararse a las del resto de continentes del mundo. Para hacernos una idea, los puertos africanos participan actualmente en poco más del 7% del comercio marítimo mundial.
Se le añade la inestabilidad interna de determinados países y los problemas recurrentes relacionados con la corrupción. De los diez países africanos con mayores reservas de gas, seis de ellos viven en la actualidad algún tipo de conflicto relacionado con el terrorismo (como es el caso de Egipto) o con los choques armados entre rebeldes y fuerzas gubernamentales. Siguiendo los datos del Índice de Percepción de la Corrupción de 2021, tres países (Libia, Guinea Ecuatorial y República Democrática del Congo) se encuentran entre los diez países del mundo con una mayor corrupción en sus instituciones.
África se enfrenta a una multitud de retos si quiere convertirse en el próximo gran exportador de gas licuado a Europa. La construcción de infraestructuras adecuadas puede llevar años, mientras que el cáncer de la corrupción crece en el continente de manera inexorable. Aunque todos estos problemas se solucionaran de la noche a la mañana, parece que Europa todavía dependería (aunque en menor medida) del gas ruso para su supervivencia.
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