Política

Comunitat Valenciana

Csif denuncia saturación en Picassent con la apertura de un nuevo módulo

La instalación reabierta está destinada al alojamiento de detenidos por la Policía, lo que en opinión del CSIF es irregular pues esos «presos» aún no están bajo supervisión judicial

Desde hace años, los sindicatos reclaman más personal en la prisión de Picassent
Desde hace años, los sindicatos reclaman más personal en la prisión de Picassentlarazon

La instalación reabierta está destinada al alojamiento de detenidos por la Policía, lo que en opinión del CSIF es irregular pues esos «presos» aún no están bajo supervisión judicial

El sindicato CSIF denuncia que la saturación en el centro penitenciario Antonio Asunción, en Picassent, se ha agravado con la apertura, la pasada semana, de un nuevo módulo, el 21, que hasta ahora permanecía cerrado por falta de funcionarios para atenderlo.

La central sindical señala que la población reclusa supera los 2.000 presos, lo que provoca que haya módulos con 140 internos y únicamente dos funcionarios.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explica que la situación «ha llegado a un límite inasumible» para una plantilla de funcionarios que supera los 50 años de media y que ya roza el centenar de vacantes debido a las jubilaciones y traslados sin sustituir. Esta situación se produce en un contexto en el que aumenta la cifra de reclusos, lo que ha obligado esta semana a abrir un módulo cerrado de hombres y a incrementar el hacinamiento en el área de ingresos de mujeres.

El sindicato urge a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a reforzar la plantilla del centro penitenciario de Picassent con la cobertura de todas las vacantes existentes y con un incremento de personal. La central sindical advierte de la inseguridad que genera esa falta de efectivos, que se traduce en módulos de un centenar de reclusos y únicamente un funcionario.

Además, Jorge Vilas, presidente de CSIF Prisiones, explicó que el módulo en cuestión se ha abierto para alojar a personas detenidas por la Policía «que no deberían estar en la cárcel porque aún no están bajo el control de un juez».

Vilas explicó también que el déficit de personal afecta también al área sanitaria, «donde no hay médicos para pasar consulta».

Otra de las áreas que padece la falta de personal es la «tratamental» que es la que se encarga de las labores de reeducación y en la que la falta de personal es también muy alarmante.

Esto provoca que una de las finalidades principales de la prisión que es la reeducación y reinserción del delincuente no se pueda llevar a cabo de forma satisfactoria por la superpoblación de presos y falta de educadores.