¿Por qué nos mordemos las uñas? (Y los peligros para la salud)

Cada persona es un mundo. Esta es una afirmación que hemos escuchado en más de una ocasión. Posiblemente, a veces nos lo han dicho a nosotros mientras que muchas otras lo hemos escuchado en referencia a los demás.

Así las cosas, los humanos, pese a existir unos denomidadores comunes, solemos ser únicos. Hay quien prefiere el calor mientras que otros aman el frío por encima de todas las cosas. También existen personas que desean vivir acompañadas de un perro al mismo tiempo que algunos simplemente desean rodearse de felinos.

Manías o pequeñas supersticiones son otra de las cosas que nos diferencian del resto como individuos. En ese sentido, existe un gesto muy característico de algunas personas que puede, incluso, reportar graves problemas de salud.

Morderse las uñas es, así, uno de los gestos más repetidos para algunas personas a lo largo del día. Normalmente siempre solemos conocer a alguien cercano que lo realiza y que, por mucho que se lo repitamos, no pueden parar.

Por qué nos moderamos las uñas

Según algunas investigaciones esta manía la realizan entre el 20 y el 30% de las personas. Además, este porcentaje sube en los adolescentes alcanzando, incluso, el 45% en esta franja de edad.

Normalmente se ha creído que morderse las uñas está estrictamente relacionado con los nervios o la ansiedad. Sin embargo, hay discrepancias entre científicos acerca del por qué de este gesto. Algunos argumentas que sí es una técnica para reducir la ansiedad mientras otros aluden a desordenes emocionales como detonante.

Por ejemplo, un estudio consiguió relacionar el gesto con la descarga de placer para paliar emociones desagradables. En una investigación con ratas estas se acicalaban menos si recibían endorfinas. Además, otro estudio hecho en humanos estableció una conexión entre las personas exigentes y morderse las uñas. Estas, más sensibles al fracaso, tendían a realizarlo cuando estaban aburridas o necesitaban aliviar su frustración por algo.

Pero no parecen ser estos los únicos motivos. La herencia genética también hace acto de presencia en esta manía. Según otra investigación, aquellas personas cuyos progenitores realizan el gesto son más propensos a realizarlo. Esto, incluso, abrió la puerta a teorías de índole genética.

Cabe destacar, además, que según la Asociación de Psiquiatría Estadounidense este gesto sería un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pese a que popularmente se considera una manía en Estados Unidos se equipara a otras obsesiones como arrancarse la piel.

Problemas de salud

Morderse las uñas, además, en ocasiones puede también repercutir en otras partes del cuerpo o generar peligros para la salud. Por ejemplo, los dedos a la larga pueden quedar deformados con uñas más cortas o finas.

El color también sufre alteraciones con zonas más oscuras. Incluso, la piel que rodea la uña y que en ocasiones también se muerde puede llegar a hincharse en exceso.

Pero no todo son las manos. Los dientes pueden llegar a deformarse si el gesto es demasiado prolongado en el tiempo. Además, podemos sufrir todo tipo de infecciones, bacterias u hongos que transportamos en las manos y que se desarrollan por todo el cuerpo. Por último, en niños que se suelen morderse repetitivamente las uñas se ha encontrado un aumento de enterobacterias en la flora bacteriana de la boca.