Memoria histórica para la nación liberal
En un país tan viejo como el nuestro, es injusto focalizar la memoria histórica en una sola etapa. El bicentenario de las Cortes de 1810 nos recuerda que la lucha por la libertad no fue patrimonio de los españoles de la II República ni del antifranquismo y ni siquiera de la Transición. Hubo otros muchos, como aquellos patriotas liberales. El Rey los recordó ayer y apeló a su espíritu para «continuar la construcción de una España unida». Su legado no puede ser pasto de la desmemoria.