Fichaje
Shondaland, tierra de oportunidades
La productora Shonda Rimes, una de los 50 showrunners más poderosos de Hollywood, ya prepara 13 proyectos para Netflix
Han pasado tres años desde que Shonda Rhimes, creadora de «Scandal» y «Cómo defender a un asesino» y una de las showrunners más poderosas de Hollywood, y la plataforma Netflix se dieran el «Sí, quiero». Tras la accidentada salida de la productora de la cadena ABC, en donde hacía tiempo que no se encontraba a gusto y libraba batallas titánicas con sus ejecutivos a pesar de que producía para ellos 70 horas anuales y les hacía ganar más de dos mil millones de dólares. «Anatomía de Grey», «Cómo defender a un asesino» o «Scandal» fueron éxitos inmediatos gracias a la factura que le confería Rhimes y en 2017 la tensión estalló por unas tontas entradas. En agosto se hizo oficial y tras 15 años en ABC, un cambio de plataforma supondría un cambio para toda la televisión por un acuerdo de nueve cifras.
Tres años después
Han pasado tres años, pero los fans del estilo de Rhimes ya pueden disfrutar de uno de sus primeros proyectos para la gran «N» roja. Este 25 de diciembre se estrenó el drama de época «Bridgerton», que ha triunfado entre público y crítica con una serie que tiene los elementos que le gusta destacar a Rhimes, humor, ingenio, sexo y personajes con entidad propia. Pero no es lo que llamamos propiamente un producto propio y los suscriptores de Netflix tendrán que esperar algunos meses más para poder ver «Inventing Anna», ficción sobre la estafadora Anna Sorokin, alias Anna Delvey y basada en el artículo de la revista «New York Magazine», «Cómo Anna Delvey engañó a la gente fiestera de Nueva York», de Jessica Pressler.
50 trabajadores
El comienzo de su viaje en Netflix quedó marcado tras la comida con uno de sus ejecutivos, donde la productora le dejó claro que «No vas a conseguir otro ’'Anatomía de Grey”», negándose a cualquier variable o spin off («”Anatomía de Grey” en un campo de maíz, en un campo de béisbol o en un aeropuerto»). Así entró Shondaland y sus 50 trabajadores por la puerta grande de la plataforma. Estos tres años de ausencia de proyectos tienen que ver con su aclimatación a la manera de trabajar de Netflix. Primero consiguió eliminar la norma que requería la entrega del guión antes de filmar, pero no las reuniones corporativas multitudinarias para contar los proyectos que, confiesa, la ponen muy nerviosa porque es introvertida.
Ahora mismo en su cartera, y según «The Hollywood Reporter» tiene al menos, otros 12 proyectos en los que está involucrada y que incluyen un drama sobre viajes en el tiempo, un thriller romántico y una comedia sobre la mayoría de edad. Todas en distintas etapas de desarrollo. Mientras tanto ha creado la página web de la tierra prometida, Shondaland, una lista de podcast, una popular oferta de MasterClass y colaboraciones con empresas desde Microsoft hasta Dove. Como confesó en una reciente entrevista, Shonda Rhimes está dispuesta ya para ser «dueña de mi mierda».
Por un puñado de entradas
Como en una de sus mejores ficciones la historia de cómo una de las showrunners más cotizadas del mundo abandonó la poderosa ABC para irse a la plataforma de Netflix.
Rhimes recibió un pase para visitar Disneyland con todo incluido, pero al no tener pareja pidió otro pase para su niñera.
Parece que la compañía no daba su brazo a torcer y tuvieron unas desavenencias relacionadas con un tercer pase para su hermana.
Al final, le dieron las entradas, pero sólo funcionaba una cuando sus hijas llegaron al parque de atracciones y ni corta ni perezosa usó el teléfono para llamar a un ejecutivo de la cadena. Cuando la persona que cogió el teléfono y contestó «¿no tienes suficiente?», la siguiente llamada fue al abogado de la productora para abandonar ABC y encaminar su próxima parada rumbo a Netflix. En ocasiones la vida coge caprichosos destinos.
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