Prohibido cacarear...en el campo
Tras la orden del Ayuntamiento de Soto de Cangas de cerrar un gallinero particular porque «molestaba a los turistas», el pueblo se ha levantado contra los urbanitas. «Los animales hacen ruido y no huelen a Chanel, pero esto es el campo, a quien no le guste que se quede en la ciudad», denuncia Fernando.