Desigualmente cabreados
Cuando la desigualdad crece sin freno, el ascensor social se rompe, el mérito se convierte en un eslogan vacío y la democracia se vuelve un decorado

Cuando la desigualdad crece sin freno, el ascensor social se rompe, el mérito se convierte en un eslogan vacío y la democracia se vuelve un decorado