La tercera ola del comercio valenciano: “Muchos no llegarán al ‘rebote’ de septiembre”

Es sábado por la mañana, y aunque el tiempo, en contra de todas las predicciones, es muy agradable y las cifras de la pandemia mejoran cada día, la voz del presidente de Confecomerç, Rafael Torres, suena triste y apagada. “Cada día escucho historias muy duras, de personas que ya no pueden más y tienen que cerrar, y ya llevamos un año así”.

Aunque la pregunta inicial es sobre la remontada del sector esta semana tras la ampliación horaria del cierre y la eliminación del cierre perimetral de las grandes ciudades, Torres está muy preocupado por el estado general del sector del comercio en Valencia. “Un tercio de los negocios, 20.000 de 60.000, se encuentran en estado muy crítico, muchos no llegarán al “rebote” económico que se augura para septiembre”, afirma.

Las restricciones decretadas en enero, a causa de una tercera ola que fue letal, no solo a nivel sanitario, sino también económico, tuvo consecuencias catastróficas para un sector que ha llegado a perder el 60 por ciento de su facturación en estos dos meses. “Incluso los comercios que hasta ahora habían resistido, como equipamiento para el hogar y alimentación, se han resentido esa vez”.

Según afirma, el crecimiento económico que, al parecer, se producirá una vez pasado el verano, “pillará” a estos negocios “con unos números que no van a gustar nada a los bancos”.

“Es como si a una persona que, después de estar un año y medio enferma, y perder 30 kilos, le dices de repente, ya puedes salir a correr. Es imposible, primero tendrá que recuperarse”, explica el presidente del pequeño comercio valenciano.

Asegura que las ayudas del Plan Resistir I han ido llegando y, aunque no son suficientes para salvar un negocio, sí son una gran ayuda. “Ahora estamos a la espera del Plan Resistir II y de las ayudas directas que ha anunciado el Gobierno central y de las que todavía no sabemos nada”. Se refiere a los 11.000 millones de euros que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de los que 4.000 corresponden al sector comercial.

Aparte de ayudas directas y exenciones fiscales, lo que exigen es un plan de vacunación “potentísimo”, para devolver a las personas la tranquilidad y la movilidad. “La gente tiene que empezar a poder salir a comer, a comprar, con normalidad, y la única manera es mediante un buen plan de vacunación”.

Esta próxima semana se volverán a reunir con la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para revisar las medidas restrictivas que están vigentes en el sector (en este momento cuentan con un aforo del 50 por ciento), aunque Torres cree que, llegados a este punto, lo más importante es una estrategia global para devolver a la normalidad, más allá de que se relajen unas restricciones que en este momento ya no son tan estrictas.