Andrea Levy: “Los días malos son muy malos, así que los buenos hay que estrujarlos”
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Madrid ya es una más en la capital: se ofrece de guía a Iceta, de consejera a Irene Montero y avisa a Puigdemont
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En la azotea del hotel Pestana, en plena Playa Mayor de Madrid, entre los tejados se está más cerca de ese «Madrid que va al cielo». Siempre que puede hace cultura con alguno de los vestidos de su amiga Agatha Ruiz de la Prada quien le ha inculcado la perfección en el arte de reciclar. Le emociona cuando alguien le para por la calle y le dice que les encanta sus «domingos culturales» de las redes y está convencida de que la gente pide «consensos».
-¿De qué se considera «superviviente»?
-De la fibromialgia, sin duda alguna, de mi enfermedad que es crónica y cada día la he de superar como tantas mujeres que me han trasladado sus dolencias y su apoyo. Yo le sobrevivo a la vida cada día y le pongo la ilusión de hacerlo. Porque los días malos son muy malos, así que los buenos hay que estrujarlos.
-¿Usted habría telefoneado a Rociíto?
-Bueno, no tengo el gusto de conocerla. La hemos visto desgarrarse en público y su testimonio siempre contribuye a que otras mujeres se atrevan a hablar. Yo, si la hubiese llamado, no sé si lo hubiese hecho público. Hay muchas voces anónimas que también merecen apoyo.
-Ha hecho bailar a Almeida, patinar... ¿Qué es lo siguiente?
Esa también es una forma de trabajar en equipo. Toda la empatía que hay alrededor de Almeida también es una empatía con los madrileños que ven el buen rollo que damos y transmitimos. No sé qué es lo próximo, tendré que pensar. Desde luego, jugar al fútbol no, que ya hemos visto que es más del gol desviado.
-Los Jerónimos están dentro del patrimonio del Paisaje de la Luz. ¿Ha pensado casarse allí o llevar a casar a alguien?
-Yo, si Almeida me lo pide, hago todo lo posible para llevarle al altar. No sé si sería la niña que va tirando flores detrás, le llevaría las arras o lo que me pida.
-Presidenta del Comité de Derechos garantías del PP... en caso de duda, ¿es más de multa o de perdón?
-Perdono, pero no olvido. Yo creo que hay que perdonar, porque si no, llevas mucha mochila de cosas encima, pero hay que tener buena memoria.
-Si ahora Madrid es la luz, ¿dónde están sus tinieblas?
-¿Dónde? En La Moncloa, pero le queda poquito, que he visto que Pablo Casado está a punto de hacer las maletas para allí.
-¿Cree que Casado es el nuevo Jack Sparrow de piratas del Caribe tras su símil marinero del «mascarón de proa, barcos fantasmas a la deriva y tormentas electorales»?
-Es que... es muy marinero. No sé si le tengo que cantar a Casado algo de la Pantoja: «Ese barco velero cargado de sueños, cruzó la bahía». He de decir, que siempre ha hecho muchas metáforas marineras. Ya lo último que falta es que parafrasee a la canción de la Pantoja, claro. (Risas)
-Si tuviera de vecino a Puigdemont, ¿quién sería: la vieja del visillo o la que pide sal?
-Sería la que llamaría a la Policía porque tiene aún causas pendientes con la Justicia. Sería la vecina responsable que llama para decir que tiene un delincuente viviendo en la otra puerta.
-¿A qué político mandaría al Rastro?
-Es que el Rastro es un lugar maravilloso para encontrar, encontrarse, buscarse... Igual a alguno de Ciudadanos por aquello de lo que fue, a buscarse.
-Paraíso, purgatorio e infierno. Elija, para quién...
-Paraíso para a mucha gente, porque yo le deseo lo mejor a las que están a mi alrededor. Creo que siempre hay que recordar de dónde uno viene así que el paraíso a mis padres, porque se lo merecen. En el purgatorio, no sé. En el infierno desde luego enviaría a Pedro Sánchez, creo que se ha acabado su momento.
-¿Quién es el hombre de su verano?
-No se lo voy a decir, es secreto. Guardo secretos.
-Pensaba que me iba a decir que el alcalde del Puerto del Santamaría...
-Es que quedé con él en un bar del Puerto y dijeron eso de que ya estoy con nuevas amistades. Siempre me intentan colocar un novio, pero es mentira. No lo sé, estoy abierta a posibilidades...
-¿Cuándo ha armado la tremolina?
-Yo creo que es algo que suelo armarla bastante porque tengo un carácter muy temperamental. Soy muy rápida, tengo tremolinas de 5 o 10 minutos.
-¿Qué bailaría con Miquel Iceta?
-Un chotis, ahora que se ha venido a Madrid y que yo ya tengo experiencia en esto. Me gusta porque es un baile empoderado, femenino. Yo se lo propongo y a ver qué dice...
-¿Y con Irene Montero?
-La escucharía y que se desahogue, creo que siempre está en tensión. Si quiere le cuidaría a los niños, por eso de que no los tuviera que dejar con una niñera pagada por todos, y lo haría gratis.